Su nombre legal es San Francisco, pero su apodo es San Pancho. Este pueblo nayarita de la Bahía de Banderas cuenta con unos encantos que no puedes dejar de disfrutar.
1. Conoce el pueblo
A unos 45 minutos de Puerto Vallarta, tras pasar Bucerías y enrumbar hacia Tepic, mantente atento al cruce hacia la costa que da acceso a San Pancho. Es un lugar encantador de poco más de 1.500 habitantes, en el que se conservan las tradiciones pueblerinas más mexicanas, como andar a caballo y conversar con los vecinos por cualquier motivo, conviviendo con las costumbres más modernas de los deportes de playa y la comida gourmet. Pasear por las calles empedradas de San Francisco en busca de un buen café o de un rico chocolate, es algo que no puedes dejar de hacer.
2. Disfruta de su playa
La playa de San Pancho es el premio que ofrece el Pacífico tras bajar a la costa a través del bello pueblo. Se trata de una playa lo bastante larga y ancha para proporcionar acomodo en el arenal a muchos bañistas, sin sufrir de estrecheces. La arena es de grano claro y terso y el oleaje es regular, por lo que uno de los entretenimientos favoritos es el surf. También puedes bucear o simplemente tirarte a tomar el sol observando el paisaje en el que el verde de la montaña compite en intensidad y belleza con el azul del mar.
3. Come divinamente en la playa o en el pueblo
Si eres de los que no puede vivir sin los tacos y la birria, en el pueblo de San Pancho hay varios puestos en los que puedes degustar tus platillos favoritos a precios razonables. Para comer en la playa, cualquier selección entre pescados y mariscos tiene garantizada la frescura de los ingredientes y los habitantes de San Pancho afirman que sus huachinangos son los mejores de la Bahía de Banderas. El pueblo también cuenta con restaurantes a la carta muy recomendables, como Maria’s, La Ola Rica, Bistro Orgánico y Mexotik.
4. Has yoga o relájate en un spa
Si has llegado a San Pancho con algunas tensiones musculares, pon tu cuerpo en las expertas manos de alguno de los especialistas en masajes relajantes que hay en la localidad. Cuentan con piedras calientes, terapias de polaridad y otros tratamientos que dejarán tu cuello, espalda y extremidades como nuevos. Podemos recomendar Angelical Spa, que combina el profesionalismo de sus terapeutas con un ambiente muy bien cuidado. Tu visita a San Pancho también podría ser la ocasión para que empieces a experimentar los beneficios físicos y mentales del yoga en alguno de los centros que hay en el pueblo.
5. Tómate un café viendo la montaña
San Pancho es una postal de azules por el lado del océano y de verdor en los flancos montañosos de la Sierra Madre Occidental en su bajada hacia el Pacífico. En algunas de las montañas de Jalisco y de sus vecinos Colima y Nayarit hay excelentes plantaciones cafeteras y en la Bahía de Banderas hay innumerables cafés que trabajan con los mejores granos del cinturón cafetero del Pacífico y de otras regiones del país, como Veracruz. Sentarte en un café al aire libre de San Pancho a disfrutar de esta bebida mientras observas las montañas de los alrededores, es una experimento a la vez gastronómico y espiritual.
6. Conoce a los grupos ecologistas del pueblo
La corriente turística que viaja a observar la vida animal y vegetal de otras regiones y países es cada vez más caudalosa. Lamentablemente, la sostenibilidad del ecoturismo está amenazada por el exterminio de especies ¿Para qué voy a ir al Pacífico mexicano a observar un determinado tipo de tortuga si ya casi no queda ninguna para ver? Por eso es muy importante conocer y apoyar las actividades de los grupos locales que casi silenciados y con pocos apoyos, trabajan en la preservación de la biodiversidad. En San Pancho hay grupos que trabajan para la protección del jaguar y de varias especies de tortugas.
7. Avista ballenas
Uno de los visitantes más puntuales de la Bahía de Banderas es la Ballena Jorobada. Cuentan con la ventaja de que no tienen que hacer reservas y se hospedan en el interminable espacio de la bahía y el océano abierto. Estos llamativos cetáceos, que pueden alcanzar los 16 metros de longitud y las 36 toneladas de peso, siempre llegan en invierno, entre diciembre y marzo, cuando la temperatura de la bahía es la ideal para su reproducción. De San Pancho parten tours para ver a las jorobadas a una distancia razonable, garantizando buena observación y seguridad.
8. Prueba las frutas y hortalizas locales
Casi todos los pueblos de México, de playa y de tierras adentro, muy turísticos o menos turísticos, cuentan con una tradición, casi con una obligación, de sembrar y cosechar buena parte lo que comen. Incluso en las zonas menos fértiles de los desiertos, los agricultores mexicanos logran arrancarle algún fruto a la tierra. Los trabajadores de la tierra en San Pancho son minoría, pero producen unas deliciosas frutas, entre las que destacan por su dulzura, el mango y la papaya, y por su acidez, el limón. Prueba la fruta fresca de San Pancho y bebe algunos tequilitas con sus limones.
9. Has un tour de pesca
Otra de las actividades recreativas que puedes hacer en San Pancho es una excursión de pesca. No te preocupes si no tienes experiencia; los monitores están en capacidad de preparar paso a paso a los principiantes en el arte de la pesca, desde la colocación de la carnada hasta las destrezas en el manejo de la caña cuando algo pica. Si ya eres un pescador experimentado, quizá solo haya que desearte suerte y que puedas cobrar una bonita pieza para la cena, a menos que prefieras devolverla al agua después de tomarte una selfie con ella.
10. Conoce Entreamigos
Es una iniciativa privada, lúdica y educativa, sustentada en el trabajo voluntario, dirigida a enseñar a los niños de San Pancho el reciclaje de materiales y la auto sostenibilidad. En ese sitio situado en el centro de San Pancho los chicos aprenden, se divierten y muestran orgullosos sus obras. También se imparten clases de idiomas y se realizan otros eventos culturales. Aceptarán gustosos tu contribución.
11. Observa la naturaleza
De San Pancho parten tours a pie para conocer la naturaleza de los alrededores. Hay una interesante diversidad de aves y otras especies, tanto en torno a la laguna del pueblo como en la parte montañosa. Podrás admirar garzas azules, cucos ardilla, loros cabeza naranja y otras rarezas que seguramente nunca ves en tu ciudad de origen. No te preocupes si tu vista ya no es la de antes, porque te proporcionan binoculares.
12. Vive una experiencia nueva con el cacao
El cacao y su transformación en exquisiteces es otra tradición mexicana. Se cuenta que el emperador Moctezuma tenía que tomar unas 40 tazas de cacao al día para dejar medianamente satisfecho a su harén. México produce buen cacao en Tabasco, Chiapas y Guerrero. Estos frutos son tomados por muchos artesanos, que hacen maravillas tanto tradicionales como contemporáneas. En San Pancho hay una casa artesanal de nombre Mexicalote, que ha logrado un magnífico entendimiento entre tradición y modernidad, ofreciendo algunos productos que vale la pena degustar.
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Hoy escuche por la radio sobre el Pueblo de San Pancho.
Que productiva labor están haciendo el Centro Comunitario
Entre Amigos. ¡Hermoso lugar¡ . Pronto, muy pronto estaremos
visitándolos. .¡ Mil gracias y Felicidades……!