La Huamantlada es el espectáculo taurino más esperado durante las festividades de la Virgen de la Caridad, que tienen lugar en agosto en el Pueblo Mágico tlaxcalteca de Huamantla. Te invitamos a conocer esta moderna y emocionante tradición.
1. ¿Qué es la Huamantlada?
Es un llamativo espectáculo taurino que se inicia a las 12 del mediodía del último sábado de las fiestas de la Virgen de la Caridad en las calles de la ciudad mexicana de Huamantla, en el estado de Tlaxcala. De modo similar a lo que ocurre en la ciudad española de Pamplona durante las ferias de San Fermín, varios toros corren por las calles de la ciudad, en medio del fervor del público, parte del cual va por delante y por detrás de los animales, mientras la mayoría observa desde detrás de las barreras.
Para la ocasión, las fachadas de las casas que están en las calles por las que corren los toros de lidia son engalanadas y el público, en su mayoría masculino, viste ropa de colores vivos. Al igual que en los sanfermines, el evento tiene sus riesgos y sus críticos, pero es defendido por sus partidarios como una tradición que debe conservarse y como una importante fuente de ingresos para la localidad, dada la enorme cantidad de gente que el espectáculo convoca. Esta manifestación cultural cuenta con el apoyo organizacional del Instituto de Cultura y Turismo del Estado de Tlaxcala y del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino.
2. ¿Cómo se originó la Huamantlada?
La primera Huamantlada tuvo lugar el 15 de agosto de 1954, cuando varios aficionados huamantecos de la fiesta brava, entre los que se encontraban Don Eduardo Bretón González, Don Manuel de Haro, Don Sabino Yano Sánchez, Don Miguel Corona Medina y Don Raúl González, algunos de los cuales habían presenciado los sanfermines, decidieron hacer un encierro en Huamantla igual a la Pamplonada que hacen en Pamplona.
En la Pamplonada, los animales son soltados desde el corral y corren por las calles hasta llegar a la plaza de toros, donde son lidiados. En el primer encierro de la Huamantlada, se lidiaron 6 ejemplares de Piedras Negras, la legendaria hacienda ganadera tlaxcalteca con más de 150 años de trayectoria en la crianza de toros de lidia. El primer cartel de la Huamantlada estuvo integrado por Manuel Capetillo, Rafael García y Jorge Aguilar El Ranchero. Este formato de corretear los toros por las calles hasta llevarlos al coso para lidiarlos se mantuvo hasta finales de la década de los años 1960, cuando se cambió a petición de los matadores.
3. ¿Por qué se cambió el formato de la Huamantlada?
Durante más de 10 años, la Huamantlada se realizó de la misma forma que los sanfermines de Pamplona y los toros frecuentemente no llegaban a la arena en las mejores condiciones para realizar una buena lidia. El público asistente al espectáculo aumentaba año tras año, por lo que nunca faltaban algunos espontáneos que en el trayecto hacia la plaza dieran un capotazo a un toro y los animales no arribaban en óptimo estado para enfrentarse con el torero, lo que representaba también un peligro adicional para el matador. Los toreros empezaron a protestar y a negarse a lidiar, hasta que el formato fue cambiado a otro en el que tras una carrera que no los deje exhaustos, los toros son lidiados en cajones en las mismas calles.
Otra cosa que ha cambiado es la seguridad del evento. Al principio, las personas se apiñaban en las calles para ver el paso de los toros, con escasa protección. En la medida que ha aumentado el interés por la Huamantlada, incrementándose la afluencia de gente, se han tomado medidas para la comodidad y seguridad de las personas. Las calles por las que van a correr los toros son señalizadas y se colocan cercas de protección y burladeros, y siempre que es posible, se instalan gradas para que parte del público vea la función sentado. También ha aumentado el número de calles destinadas a la fiesta taurina y la cantidad de toros lidiados, que ha pasado de 6 en la Huamantlada inicial a 7, 12, 15, 20, 25 e incluso más de 30 astados.
Por supuesto, la seguridad nunca es completa y los asistentes a la Huamantlada deben estar conscientes de que el evento entraña cierto riesgo, por lo que es indispensable comportarse con la máxima precaución. Una de las cosas que más debe evitarse es intentar interactuar con el toro, sobre todo si no se tiene ninguna experiencia en el trato con estos bravos animales, como es el caso de la mayoría de las personas.
4. ¿Qué hacer antes y después de la Huamantlada?
Durante la Huamantlada, el Pueblo Mágico de Huamantla está en plenas festividades de la Virgen de la Caridad. Es posible que la Huamantlada coincida con los días 14 y 15 de agosto, cuando tiene lugar la «Noche que Nadie Duerme». La noche del 14 de agosto, los huamantecos y muchos turistas hacen una vigilia festiva, mientras recubren las calles por las que pasará la procesión de la virgen con unos bellos tapetes de aserrín coloreado, que son unas verdaderas obras de arte popular. La procesión sale alrededor de la 1 AM del día 15.
Asimismo, puedes aprovechar tu visita a Huamantla en ocasión de la Huamantlada, para conocer los atractivos arquitectónicos de la ciudad, como la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, el ex convento de San Luis, el templo de San Luis y el Palacio Municipal. Igualmente, puedes hacer un recorrido por el Museo Taurino y por el Museo Nacional del Títere, en el que se exhiben más de 500 de estas piezas, salidas de la colección de Rosete Aranda, la compañía de títeres de más larga trayectoria en el país. Esta compañía titiritera nació en Huamantla en 1835 y ofreció funciones hasta 1958, incluyendo una presenciada por el presidente Benito Juárez.
Quizá te alcance el tiempo para conocer alguna de las haciendas de crianza de toros de lidia que tienen asiento muy cerca de Huamantla y que alimentan con sus fieros astados la pasión local y nacional por la fiesta brava. Y por supuesto, no puedes dejar de disfrutar la deliciosa gastronomía huamanteca y tlaxcalteca, ya que el Pueblo Mágico se viste de gala ofreciendo sus mejores platillos y bebidas, como el mixiote, los muéganos y el pulque.
¡Que disfrutes a plenitud la Huamantlada!