El Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo ofrece un conjunto de atractivos para tener una estadía inolvidable. Espacios naturales con tierras y aguas de belleza incomparable. Viejas haciendas de beneficio de minerales preciosos convertidas en acogedores alojamientos rústicos. Y por supuesto, el monumento natural de los prismas basálticos. Estas son las 15 cosas que te recomendamos hacer en Huasca de Ocampo.
1. Pueblo de Huasca de Ocampo
El pequeño centro histórico de Huasca de Ocampo es de agradables calles empedradas y casas de techos rojos y en dos aguas, con fachadas de vistoso colorido. La tienda de raya era un establecimiento de abarrotes típico de las haciendas de Hispanoamérica en la que los trabajadores estaban obligados a comprar sus víveres y otros productos a crédito, que se saldaba con el jornal. Ya casi han desaparecido pero en el pueblo Huasca de Ocampo queda una, al menos con esa denominación, llamada Casa Vargas.
Caminando por la población se encuentra una fuente con una piedra labrada en el medio, con dos caras. Una cara hace referencia al bicentenario de la Independencia y la otra conmemora la primera ocasión en que se celebró el 15 de septiembre en la localidad.
2. Reserva de Biósfera de la Barranca de Metztitlán
Este hermoso espacio protegido cubre Huasca de Ocampo y otros municipios hidalguenses. Cuenta con territorios xerófilos, selváticos y bosques de coníferas, destacando sus atractivas plantas cactáceas. En la comunidad rural de San Agustín Metzquititlán hay una bonita cascada y los valles, montañas y cañones del parque constituyen refugio de una rica fauna.
La población de Metztitlán tiene un importante monumento histórico, el templo y exconvento de los Santos Reyes, levantado a mediados del siglo XVI y con una llamativa y prolija fachada plateresca. Es escenario de la fiesta más importante de la localidad, celebrada cada 4 de julio en honor de la Virgen del Refugio.
3. Barranca de Aguacatitla
Este lugar perteneciente a la Reserva de Biósfera de Metztitlán se encuentra en el municipio Huasca de Ocampo y cuenta con bonitos paisajes y formaciones basálticas. Su grato clima templado lo hace propicio para el campismo y el excursionismo. El recorrido del cañón se hace por una de las márgenes del Río Regla Coacoyunga y los participantes son dotados de la indumentaria de seguridad necesaria. Otra actividad de entretenimiento en el sitio es el paseo en lanchas de pedal de dos plazas. También se cuenta con tirolesas.
4. Bosques del Zembo
Este hermoso predio situado cerca del pueblo de Huasca de Ocampo es magnífico para una escapada de contacto con la naturaleza. Para alojarte, puedes montar tu propia carpa o rentar una rústica cabaña. Una vez instalado, cuentas con una variedad de entretenimientos para escoger, como caminar por los senderos de las montañas, pasear en lancha, en cuatrimoto o a caballo; y hacer una comida campestre a las orillas del lago.
En el lago hay un criadero de truchas arcoíris. No dejes de comer una fresca trucha en alguna de las sencillas y deliciosas formas que la preparan. Por la noche, ponte tu chamara ya que refresca algo y observa las estrellas a la luz de una fogata en la zona de camping.
5. Iglesia de Juan el Bautista
El principal templo de Huasca de Ocampo es esta iglesia del siglo XVI, cuya dedicación al Bautista confunde a los visitantes, dado que la imagen tallada en relieve en el portal principal es la del Arcángel Miguel. Las autoridades eclesiásticas del siglo XVIII no quisieron desairar a Don Pedro Romero de Terreros, rico señor de minas y haciendas, que donó el relieve.
El templo fue edificado por religiosos agustinos provenientes del convento de Atotonilco el Grande durante sus trabajos de evangelización en los albores del México colonial. En el interior destacan algunos componentes de madera estofada y labrada y una pintura de San Miguel Arcángel. En las fiestas de San Juan, el 24 de junio, se escenifican los tradicionales espectáculos de las ferias mexicanas, como charrería, riñas de gallos y eventos musicales y folclóricos.
6. Museo de Los Duendes
Los duendes son figuras mitológicas con apariencia de niños pequeños, que forman parte de la cultura popular, folclore, leyendas, supersticiones y fe religiosa de los pueblos de América. El mito de los duendes, supuestamente capaces de apoderarse de hogares y niños, sometiéndolos a una especie de hechizo, fue traído al Nuevo Mundo por los españoles.
Estas criaturas fantásticas, entre misteriosas y simpáticas, cuentan con un curioso museo en Huasca de Ocampo. Funciona en una bonita casa de madera y está nutrido con distintos hechos, cuentos y leyendas de la localidad, particularmente relacionados con niños. Una de sus colecciones más llamativas es la de crines de caballo, un animal que protagoniza muchas historias de duendes.
7. Ex hacienda de Santa María Regla
Huaca de Ocampo fue asiento de algunas de las haciendas levantadas en México gracias a las inmensas fortunas amasadas por los españoles que se dedicaban a la minería, la ganadería y al comercio con España. Uno de esos personajes fue Pedro Romero de Terreros, Conde de Regla, uno de los hombres más acaudalados de su época en México, quien fundó en el siglo XVIII la Hacienda de Santa María Regla, hoy convertida en un atractivo turístico. Se encuentra a unos 4 kilómetros de Huasca de Ocampo y fue la primera hacienda en la que se benefició mineral de plata en la región, además de funcionar como destilería de aguardiente.
El Conde de Regla era un hombre devoto e hizo construir en la hacienda una hermosa capilla en la que se venera a Nuestra Señora de Loreto. En el antiguo latifundio opera ahora un hotel rústico y sus instalaciones y patios están muy bien conservados.
8. Ex hacienda de San Miguel Regla
Fue otra propiedad de Pedro Romero de Terreros, situada muy cerca del pueblo de Huasca de Ocampo, en la que el rico empresario andaluz beneficiaba metales preciosos extraídos de las minas de Real del Monte. Parte de la edificación fue restaurada a mediados del siglo XX y convertida en un bonito hotel campestre. Sus jardines son particularmente gratos, con sus plantas bien cuidadas y sus pequeños lagos y corrientes de agua, así como la capilla del siglo XVIII, levantada por orden del Conde de Regla.
El predio y sus alrededores son atractivos espacios para caminar o simplemente para sentarse a leer un buen libro. San Miguel Regla cuenta con un Centro Ecoturístico en el que puedes practicar la pesca deportiva y montar a caballo.
9. Ex hacienda de San Antonio Regla
Fue otra de las haciendas en la que el Conde de Regla extraía la plata del mineral explotado en las minas de Real del Monte y Pachuca. Esta propiedad colonial quedó casi completamente debajo al agua tras el llenado del lago abierto para una central hidroeléctrica. Fuera del agua solo quedaron el extremo de una torre y parte de la gran chimenea.
Los visitantes pueden hacer paseos en lancha por el lago para ver parte de la hacienda sumergida, recorrido en el que también pueden observarse de cerca aves y otras especies de fauna y flora. Alrededor del lago de San Antonio Regla hay bonitos parajes para pasear, hacer jogging o andar en bicicleta.
10. Ex hacienda de San Juan Hueyapan
Este predio y construcción se encuentra en el corredor turístico que atraviesa el municipio de Huasca de Ocampo y es otra de las rústicas haciendas de la época virreinal convertida en acogedor alojamiento. Cuenta con un bello jardín japonés diseñado a finales del siglo XIX y en torno a la misma se tejen leyendas de duendes que circularían por sus alrededores.
Al margen de los mitos locales, San Juan Hueyapan es un lugar idóneo para descansar alejado del mundanal ruido, contando solo con la tranquilidad casi estática y con la amabilidad de la gente del lugar. También se pueden realizar agradables actividades de entretenimiento al aire libre, aprovechando el hermoso escenario que ofrece la naturaleza.
11. Peña del Aire
Esta formación natural del municipio de Huasca de Ocampo está emplazada en uno de los lados de un inmenso cañón de más de un kilómetro de profundidad, que ofrece la oportunidad de tomar espectaculares fotos de la estructura y del amplio horizonte. El paisaje, el viento y el silencio proporcionan el marco ideal para un momento de recogimiento, pero si andas en plan más activo, puedes optar porun excitante paseo en tirolesa o montar a caballo.
La peña es una gran configuración basáltica. El camino va bordeando una barranca y a lo largo del mismo hay miradores desde los que pueden admirarse los amplios parajes. Es recomendable acudir acompañado, ya que el lugar está algo apartado y puede encontrarse relativamente solo. Igualmente, el calzado debe ser apropiado para andar por terreno espinoso y pedregoso.
12. Tianguis
El tianguis era el mercadillo típico de los pueblos y aldeas mexicanas, en el que los vendedores exponían en plena calle su mercancía constituida por productos del campo, víveres, piezas de vestir, cerámica y otras cosas. La tradición se conserva y en el tianguis de Huasca de Ocampo se consiguen bonitas artesanías y una sencilla oferta de bocadillos y bebidas. Es el lugar apropiado para probar un naranjate, la bebida típica de Huasca de Ocampo, preparada con jugo de naranjas frescas, vainilla y un poco de alcohol de caña, todo endulzado con miel de panal.
13. Pachuca de Soto
A poco más de 30 kilómetros del pueblo de Huasca de Ocampo está la capital del estado de Hidalgo, Pachuca de Soto. Su centro histórico es un acogedor espacio colonial en el que sobresalen el Templo y ex convento de San Francisco, actual sede del Museo Nacional de Fotografía; el Edificio de las Cajas Reales, el Palacio Municipal, el Palacio de Gobierno y el Reloj Monumental, uno de los emblemas de la ciudad.
Pachuca cuenta también con otros bellos monumentos, como el gigantesco Cristo Rey, localizado en la cumbre del Cerro de Santa Apolonia; la Rotonda de los Hidalguenses Ilustres y el Monumento a la Victoria del Viento, erigido en 2010 para conmemorar el bicentenario de la Independencia.
El Museo El Rehilete es la delicia de los niños y el Museo de Mineralogía cuenta con una colección de más de 1.200 minerales. La Feria de San Francisco, orgullo de los pachuqueños, es la más importante de Hidalgo.
14. Real del Monte
A escasos 15 kilómetros de Huasca de Ocampo se localiza Mineral del Monte o Real del Monte, un pueblo minero legendario con sitios de mina muy bien conservados, que constituyen sus principales atracciones. El Museo de Sitio Mina de Acosta cuenta con un socavón de 400 metros que los turistas no claustrofóbicos pueden visitar. En el Museo de Sitio Mina La Dificultad puede hacerse un educativo recorrido sobre las tecnologías, equipos y herramientas utilizados en la explotación del oro, la plata y otros minerales a lo largo del tiempo.
Otro lugar emblemático de Real del Monte es el Monumento a la primera huelga en América, levantado para conmemorar este singular acontecimiento protagonizado por los trabajadores mineros de Pachuca y Real del Monte en 1776. En el paisaje arquitectónico de la localidad destacan la Capilla de Veracruz, la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción y la Capilla del Señor de Zelontla, particularmente venerado por los mineros.
15. Prismas basálticos
Cerramos nuestra selección con el principal atractivo de Huasca de Ocampo y uno de los grandes monumentos naturales del estado de Hidalgo y de todo México: los prismas basálticos de Santa María Regla. Uno de los primeros dibujos conocidos fuera de México de esta maravillosa formación rocosa fue hecho por el barón Alexander von Humboldt a principios del siglo XIX, cuando el área de Regla bullía de actividad por la explotación minera.
La configuración rocosa y espacio natural que causara tan grande impacto a Humboldt, ahora impresiona a los turistas de México y de todo el mundo que van a verlos. Se trata de unas estructuras pétreas casi perfectas que han sido talladas por el paso del agua a través de los milenios en un trabajo de lenta erosión. La belleza de la caída de agua que se desprende de lo alto, bañando los prismas, y la verde vegetación circundante son el marco ideal.
Termina nuestro mágico recorrido por Huasca de Ocampo, pero esperamos vernos muy pronto para otro espectacular paseo.
Hola buen día
Fui de fin de samana y me gusto el lugar, bonito, precios muy buenos y accesibles, hospedajes bonitos sitios excelentes, lugareños o habitantes amables
Pero no aconsejo para nada comer en el tianguis muy mala calidad y sabor pesimo , tardados para atender servicio muy lento, ni a mi hija esposa y amigos les gusto
En lo personal les recomiendo mejorar esto para poder decir con orgullo pueblo mágico
Puedo decir que falta tiempo para visitar todo me gusto el clima
Si regreso con gusto pero solo a restaurantes
Gracias