Ha sido una selección difícil, pero aquí va nuestra propuesta sobre las 15 grandes cosas del turismo chiapaneco. ¡No te las pierdas!
1. Sus cascadas
Chiapas es uno de los estados mexicanos con mayores reservas de agua dulce y algunos de sus principales ríos, como el San Vicente, el Tulijá y el Santo Domingo, forman preciosas cascadas a lo largo y ancho del territorio estatal.
Entre las cascadas chiapanecas más bellas se encuentran Agua Azul, cerca del yacimiento arqueológico de Palenque, con aguas de un precioso tono azul.
Las cascadas El Chiflón, en San Cristobalito, también son de hermosas aguas azul turquesa, sobresaliendo Velo de Novia, un salto de unos 120 metros. Otras bellas cascadas chiapanecas son Las Nubes y Misol-Ha.
2. Sus Reservas de Biósfera
La providencia dotó a Chiapas de una naturaleza exuberante, con ecosistemas variados y plantas y animales de multitud de interesantes especies.
En la Selva Lacandona se encuentra la Reserva de la Biosfera Montes Azules, un inmenso territorio de 331.000 hectáreas con impresionantes espacios naturales entre los que se distinguen bosques tupidos, caudalosos ríos y un conjunto de espectaculares lagunas.
En la línea limítrofe entre México y Guatemala se localiza la Reserva de la Biosfera Volcán Tacaná, una elevación de 4.092 msnm que es el punto más alto del sector suroriental mexicano. Esta reserva es visitada por los aficionados al montañismo, el campismo y la observación de la vida silvestre.
3. Sus zonas de playa
Por su frontera oeste, Chiapas tiene una amplia línea costera sobre el Océano Pacífico en el que hay tanto playas aisladas y casi vírgenes, como arenales enclavados en zonas con una mayor actividad comercial.
Una de ellas es Puerto Arista, un pequeño pueblo pesquero con una encantadora playa. Es un sitio ideal para descansar sin grandes lujos, disfrutando los frutos del mar sacados por los pescadores locales y preparados en los sencillos restaurantes cercanos al arenal.
Otra playa chiapaneca es Puerto Madero, un puerto de altura situado a 27 km de la ciudad de Tapachula. La playa de Puerto Madero está sombreada por frondosos cocoteros y cuenta con palapas para pasar un maravilloso rato familiar o entre amigos.
4. El Cañón del Sumidero
El Cañón del Sumidero es una majestuosa garganta con elevadas paredes rocosas de hasta mil metros de altura, situada a 5 km de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, en territorio del municipio chiapaneco de Chiapa de Corzo.
Por el fondo del cañón discurre el tempestuoso Río Grijalva, uno de los grandes caudales de México. A nivel del río es posible admirar la fauna típica de las zonas fluviales selváticas, como primates, cocodrilos, vistosas aves y otros animales.
En la medida que se asciende por las altas paredes naturales, la biodiversidad va cambiando, encontrándose vegetación alpina y aves rapaces en los puntos más altos.
A lo largo del cañón hay miradores para facilitar la observación a los turistas, quienes también pueden admirar el paisaje desde las lanchas que circulan por el Grijalva.
5. La Sima de las Cotorras
La cotorra es una vistosa ave de la familia de los loros, de bonito color verde brillante, que ha encontrado en esta impresionante cavidad chiapaneca uno de sus más particulares hábitats.
La sima tiene una profundidad de 140 metros, por 160 metros de diámetro, y las bulliciosas y alegres cotorras empiezan a salir en bandadas en la mañana, llenando la zona con su algarabía.
Los practicantes de la escalada y el rapel también van al abismo de las Cotorras a disfrutar de sus emocionantes aficiones, con mucha adrenalina, mientras que los observadores de la biodiversidad están más relajados, viendo tranquilamente cotorras y otras especies de fauna y flora.
6. Los Parques de Tuxtla Gutiérrez
La capital y ciudad más poblada de Chiapas cuenta con acogedores parques, ideales para descansar, caminar, leer, pasar buenos ratos en familia y disfrutar de algunos espectáculos.
El Parque de la Marimba toma el nombre de un popular instrumento de música folclórica chiapaneca, cuyo modelo de doble teclado fue inventado en el estado hace más de 120 años.
En el kiosco de este parque, los lugareños y los turistas se reúnen al atardecer para escuchar y bailar las alegres interpretaciones de las bandas musicales de marimbas.
Otros hospitalarios parques de Tuxtla Gutiérrez son el Parque Morelos Bicentenario, el Parque de la Juventud y el Parque Joyo Mayu.
7. La Feria de Chiapas
El evento festivo más importante, divertido y concurrido del estado es la Feria de Chiapas o Feria de Tuxtla, que se celebra en la capital estatal entre finales del mes de octubre y comienzos de noviembre.
En la feria hay espectáculos musicales, bailes, eventos folclóricos, expo de productos agropecuarios e industriales, muestras del arte culinario y de la artesanía local, actos culturales, competencias deportivas y palenques.
La Feria de Chiapas es comparada en colorido y variedad con la Feria de Aguascalientes y con la de Texcoco en el Estado de México.
8. La cocina chiapaneca
El arte culinario chiapaneco tiene sus raíces en la cultura zoque, de donde provienen exquisiteces que ya agradaban a los paladares desde la antigüedad, como los tamales y los frijoles de chipilín, la pepita con tasajo y el puerco con chirmol.
En la ciudad de San Cristóbal de las Casas preparan un guiso muy sabroso llamado pux-xaxé, con vísceras de res picadas en trozos pequeños y condimentados con un mole local a base de chile bolita.
Chiapa de Corzo es conocida culinariamente por su pozol y Comitán por el cochito comiteco, que es un guiso de carne de cerdo, y los tamales de azafrán. Cada pueblo y región chiapaneca tiene sus distintivos gastronómicos, pero en todas partes se bebe un café y un chocolate excelentes.
9. Los monumentos religiosos de San Cristóbal de las Casas
El Templo y ex Convento de Santo Domingo en San Cristóbal de las Casas muestra una espléndida fachada que es una de las obras más relevantes del estilo barroco con influencia indígena en el país.
En el interior de la iglesia del conjunto conventual sobresalen las obras de arte de temática religiosa y el púlpito bellamente tallado.
La Catedral de San Cristóbal de las Casas es otra edificación religiosa de gran belleza, sobre todo por su fachada barroca ornamentada con motivos vegetales y por sus retablos dedicados a San Juan Nepomuceno y a Nuestra Señora de la Asunción, además de la pintura Oración en el Huerto que se encuentra en la sacristía.
10. Los museos de San Cristóbal de las Casas
San Cristóbal de las Casas está salpicada de singulares museos, que cubren varias temáticas casi exclusivas de esta bella ciudad chiapaneca. Uno de ellos es el Museo del Ámbar, el único dedicando a piezas artísticas y adornos realizados con esta dura resina fósil en todo el continente americano.
El Museo del Jade exhibe objetos tallados con esta bonita roca semi preciosa, por artistas aztecas, olmecas, zapotecas y toltecas, y por los talladores actuales que trabajan en sus espacios.
Otros museos coletos de sorprendente singularidad son el de Trajes Regionales Sergio Castro, el de Historia y Curiosidades y el de la Medicina Maya.
11. El Palacio Municipal de San Cristóbal de las Casas
Esta edificación de líneas neoclásicas y de larga e impresionante fachada, se encuentra frente al zócalo de la principal ciudad de Los Altos de Chiapas y fue diseñada por el arquitecto Carlos Zacarías Flores.
Fue levantado en el siglo XIX y cuenta con dos niveles y remate triangular, con una extensa arcada de 17 arcos de medio punto en la planta baja, resaltados con elementos toscanos y dóricos. En la planta alta destacan los elementos jónicos.
El Palacio Municipal fue escenario de uno de los acontecimientos políticos más espectaculares en la historia reciente de México, cuando fue ocupado entre los día 1 y 2 de enero de 1994 por guerrilleros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
12. La comunidad de San Juan Chamula
Se trata de una comunidad habitada predominantemente por indígenas tzotziles, unos mayas chiapanecos que tienen unas tradiciones muy peculiares.
Los tzotziles de San Juan Chamula cubren los pisos de sus iglesias con las hojas de un pino que es sagrado para ellos. Estos pisos no tienen las bancas que suelen ponerse en las iglesias.
Otra característica del templo de Chamula es la gran cantidad de velas encendidas, de diferentes colores y distintos tamaños.
Otros interesantes rasgos culturales chamulas se dan en las tumbas de sus cementerios, las cuales carecen de lápidas y las cruces están hechas de varios colores.
13. La ciudad prehispánica de Palenque
Palenque es el sitio arqueológico más importante de Chiapas y uno de los más relevantes de México. Se localiza en los Altos de Chiapas, a 10 km de San Cristóbal de las Casas.
Aun cuando solo ha sido explorado y excavado en una pequeña fracción, el sitio de Palenque muestra majestuosamente el talento constructivo y artístico de los mayas, a través de imponentes edificaciones como el Templo de las Inscripciones, El Conjunto de las Cruces, El Palacio y el Acueducto.
Como tesoro complementario, en Palenque hay un museo de sitio nombrado en honor del arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, quien descubrió la tumba de Pakal el Grande en el Templo de las Inscripciones de Palenque. En el museo se exhiben valiosas piezas extraídas del yacimiento.
14. Los restantes sitios arqueológicos
Un poco en segundo plano por la magnificencia y fama de Palenque, en Chiapas hay una gran cantidad de sitios arqueológicos que muestran interesantes facetas artísticas, rituales y cotidianas de los pueblos precolombinos de Chiapas.
Entre estos yacimientos se encuentran los de Chiapa de Corzo, Chinkultic, Tenam Puente y Toniná. Otras ruinas prehispánicas chiapanecas de gran valor arqueológico y cultural son las de Bonampak, Plan de Ayutla, Yaxchilán e Izapa.
15. La Pila de Chiapa de Corzo
Esta elegante fuente del siglo XVI es el principal símbolo arquitectónico de la localidad chiapaneca de Chiapa de Corzo, situada en la zona central del estado.
Es un monumento mudéjar, una de las grandes joyas de este estilo hispanoárabe, no solo en México sino en todo el continente.
Es de planta octogonal, de 15 metros de altura y 25 de diámetro, y fue la principal fuente de agua de Chiapa de Corzo durante la época virreinal, convirtiéndose también en el punto de encuentro en el pueblo colonial.