Buenos Aires es llamada La París de América. Estas son 15 poderosas razones que lo confirman.
1. Plaza de Mayo
Te recomendamos que comiences tu paseo bonaerense por el sitio de fundación de la ciudad, la Plaza de Mayo, así llamada por la Revolución de Mayo que instauró en 1810 la primera junta de gobierno independiente de las provincias del Río de la Plata, y escenario de grandes acontecimientos de la historia argentina.
Frente a la plaza o en sus cercanías están los principales monumentos nacionales, como la Catedral Metropolitana, la Casa Rosada y el Cabildo. Sus espacios verdes están presididos por un ceibo cuyos capullos violáceos son la Flor Nacional. En el centro de la plaza puedes admirar la Pirámide de Mayo y en lugar destacado está el Monumento Ecuestre del General Manuel Belgrano, creador de la bandera nacional.
2. Catedral Metropolitana
Frente al a Plaza de Mayo se encuentra el principal templo católico del país. En el sitio se fueron sucediendo varias catedrales hasta llegar a la actual en el siglo XVIII. El altar mayor es de estilo churrigueresco. En la nave lateral derecha está el mausoleo del General José de San Martín, líder de la Independencia del país. El piso actual de la catedral data de 1907 y fue fabricado en Gran Bretaña con mosaico veneciano.
El templo católico también exhibe una obra que alude al judaísmo, un mural que conmemora el Holocausto, el ataque terrorista a la Embajada de Israel en Argentina en 1992 y el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994. En 2013 fue inaugurado en la catedral el Museo del Papa Francisco, quien fue arzobispo de Buenos Aires.
3. Casa Rosada
Es el edificio más emblemático de Buenos Aires, por su característico color rosado y por ser la sede del gobierno nacional argentino. El palacio armoniza varios estilos artísticos y los criterios de varios destacados arquitectos, entre los que figuran el italiano Francesco Tamburini y los suecos Carl Kihlberg y Henrik Åberg.
En la edificación funciona el Museo de la Casa de Gobierno, con objetos pertenecientes o vinculados con los presidentes del país. La muestra cuenta con los bastones y bandas presidenciales de varios mandatarios y entre sus principales piezas están el escritorio de Domingo Faustino Sarmiento, un bastón y un bombín que pertenecieron a Hipólito Yrigoyen y varios coches.
4. Palacio del Congreso
La parte más sobresaliente de este edificio es la cúpula de 80 metros de altura, en su momento, la estructura más alta del país. La fachada principal da hacia la Avenida Entre Ríos y su atrio central cuenta con 6 columnas corintias que sostienen un frontón triangular. En los lados de la escalinata principal había dos grupos de esculturas desnudas de la artista Lola Mora, las cuales fueron retiradas en 1916 por las presiones de personas influyentes. En 2015 fueron instaladas réplicas exactas.
Otra pieza artística importante es la cuadriga de bronce de 8 toneladas situada en la plataforma ornamenta que está detrás del frontón, obra del escultor Víctor de Pol.
5. Casa de la Cultura
Este edificio de finales del siglo XIX situado en el cruce de la Avenida de Mayo con la Rivadavia, fue inicialmente levantado para que sirviera de sede al popular diario La Prensa. Las líneas de la edificación siguen los cánones del estilo de moda del momento, el de la Escuela de Bellas Artes de París. Las dos fachadas son las únicas de Argentina en el estilo del afamado arquitecto francés Charles Garnier, autor del Teatro de la Ópera de París.
Es una obra casi totalmente francesa, tanto en diseño como en las firmas ejecutantes, a excepción de los ascensores, que fueron contratados a una empresa estadounidense que dominaba el novísimo campo de la electricidad. La colocación de la estatua de la diosa Atenea en el frente del edificio fue presenciada por 20.000 personas, según cálculos de la época.
6. Palacio Barolo
Este palacio inaugurado en 1923 fue por 12 años el edificio más alto de Suramérica, junto con su idéntico, el Palacio Salvo de Montevideo, ambos construidos por el arquitecto Mario Palanti. Fue un encargo del acaudalado empresario textil Luis Barolo, quien no reparó en gastos e importó todos los materiales para los acabados, incluyendo el mármol de Carrara de los revestimientos. En su parte más alta tiene un faro que se encendía en acontecimientos especiales.
El diseño del palacio es un émulo arquitectónico de la Divina Comedia, debido a la admiración que los italianos Palanti y Barolo sentían por Dante. Al modo de la famosa obra, tiene tres partes y los dos itálicos soñaban con trasladar los restos de su inmortal compatriota al edificio, para que le sirviera como mausoleo.
7. Café Tortoni
Este café es emblemático, principalmente por su historia como lugar de encuentro de personalidades argentinas e internacionales desde el siglo XIX. Hay varias versiones sobre la procedencia del nombre, una de ellas, que lo tomó de un establecimiento parisino con la misma denominación.
En todas las ciudades del mundo hay un espacio (barrio, calle, taberna, café) donde se reúnen las figuras de las artes y de las letras. El de Buenos Aires fue (y sigue siendo) el Café Tortoni. En el café funcionó entre 1926 y 1943 un círculo de artistas y escritores llamado La Peña del Tortoni. Allí puedes sentarte en el mismo lugar donde en su momento lo hicieron Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges, Arthur Rubinstein, Federico García Lorca, Juan Manuel Fangio y Carlos Gardel.
8. Manzana de las Luces
La humanidad tuvo su Siglo de las Luces; desde 1821, Buenos Aires tiene su manzana. Es llamado Manzana de las Luces el bloque del centro histórico bonaerense delimitado por la Avenida Julio A. Roca y las calles Bolívar, Moreno y Alsina. El bautizo data de 1821, cuando el diario El Argos usó el nombre por la cantidad de instituciones culturales que había en la manzana.
Siguen allí la Iglesia de San Ignacio, el templo más antiguo de la ciudad; el Colegio Nacional de Buenos Aires, que abrió sus puertas en 1770 como Real Colegio de San Carlos; el edificio original de la Universidad de Buenos Aires, inaugurado en 1821, y otras casas del saber y la cultura.
9. San Telmo
Es el barrio más pequeño de Buenos Aires, pero tiene algunas de los atractivos más interesantes de la ciudad. La primera edificación importante de la barriada fue la Iglesia de Nuestra Señora de Belén, erigida en 1734 por encargo de los jesuitas. Ahora se llama Iglesia de San Pedro Telmo. Otros edificios emblemáticos del suburbio son La Casa de los Ezeiza, donde en el presente hay una galería de antigüedades; el bulevar Defensa, casi siempre atiborrado de gente que visita sus distintos sitios de interés; la Plaza Dorrego; y el Mercado de San Telmo, antiguo punto de venta de víveres donde ahora funcionan varios comercios, especialmente tiendas de antigüedades.
10. Plaza Dorrego
Esta plaza de San Telmo honra a Manuel Dorrego, dirigente independentista y líder del federalismo rioplatense. Es un espacio muy frecuentado por habitantes y visitantes, por la gran cantidad de sitios de esparcimiento que hay a su alrededor, como cafés y bares con mesas al aire libre; teatros y bailes callejeros, incluyendo tango; restaurantes y tiendas de suvenires y antigüedades.
11. La Boca
Sería impensable que fueras a Buenos Aires y no visitaras el barrio La Boca, sitio de origen de la institución popular más importante de la ciudad, el club de fútbol Boca Juniors. El barrio empezó en la desembocadura en el Río de la Plata de el Riachuelo, nombre con el que más se conoce al Río Matanza. Fue allí por donde entró Pedro de Mendoza en 1536 para fundar Buenos Aires.
El bulevar Caminito es de alto interés turístico, principalmente por sus vinculaciones con el tango, el género musical que es símbolo de la ciudad. Allí el compositor Juan De Dios Filiberto compuso la música de la inmortal pieza Caminito, que le da nombre al lugar. La calle peatonal está repleta de obras de arte.
12. Recoleta
Es uno de los pocos barrios del mundo al que los turistas van por su cementerio, un icono cultural de Buenos Aires. Fue diseñado en el siglo XIX por el arquitecto neoclásico e ingeniero francés Prósper Catelin y funciona en la que fue la huerta del convento de los recoletos descalzos, de allí el nombre del elegante suburbio.
La lista de personalidades sepultadas en el lugar sería interminable. Andar entre los mausoleos por las calles del camposanto, en términos estéticos es visitar una muestra en pequeña escala de lo mejor de la arquitectura europea y argentina de los siglos XIX y XX.
Pero Recoleta no es solo el cementerio. También están el Museo Nacional de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, varias facultades universitarias y otros sitios de interés.
13. La Bombonera
Alberto José Armando fue un notable dirigente del fútbol argentino, pero ¿Cuántas personas fuera del país conocen el estadio Alberto J. Armando? En cambio, casi todo el mundo ha oído hablar del estadio La Bombonera, posiblemente el coso futbolero más popular y ruidoso de ese deporte.
Grandes luminarias del fútbol mundial como Pelé, Diego Maradona, Andrés Iniesta y Thierry Henry, han dicho que jugar en La Bombonera es distinto. El nombre no deriva de que los aficionados estén apretados como bombones en una caja, que lo están. Cuando Viktor Sulcic lo diseñaba, una amiga le regaló una caja de bombones con una forma muy parecida al proyecto que el arquitecto tenía sobre la mesa de dibujo.
Es propiedad del Club Boca Juniors, por supuesto está en el barrio La Boca y te deseamos la mayor de las suertes si quieres conseguir entrada para un partido. Lo más probable es que tengas que conformarte con el recorrido turístico.
14. ¡Carne tierna y mate!
La carne argentina es la más tierna y deliciosa del mundo porque las reses se crían al aire libre, comiendo solo hierba fresca y con suficiente espacio para caminar. Buenos Aires rebosa de lugares donde puedes disfrutar de un exquisito corte, asado con un buen carbón de leña. Ya te imaginamos indeciso entre tiras de asado, bife angosto, palomita de paleta, matambre, colita de cuadril y otras deliciosas opciones. Como contornos puedes pedir un puré de castañas y una ensalada preparada con las frescas hortalizas del campo argentino. Un vino mendocino maridará a la perfección y para cerrar, la bebida nacional, un mate.
15. ¡A bailar tango!
Las cuatro grandes pasiones argentinas son el fútbol, la carne, el mate y el tango, el género musical y baile que es el símbolo estético del país. El tango es una expresión cultural rioplatense, por lo que es hijo de Argentina y Uruguay, y desde 2009 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por petición conjunta de Buenos Aires y Montevideo.
Los compositores de la letra y la música de los grandes tangos, así como sus intérpretes, son ídolos de la cultura popular argentina y es indispensable mencionar a Carlos Gardel, el cantante que internacionalizó el género. El instrumento musical esencial para tocarlo es el bandoneón.
En Buenos Aires hay sitios donde puedes pasar un rato a todo dar, viendo bailar tangos con una copa al frente. Ya con un par de tragos, quizá te animes a danzar los compases de Balada para un loco o de Por una cabeza. También es frecuente toparse con bailadores callejeros.
¿Te gustó el paseo por Buenos Aires? ¿Admiraste sus monumentos y disfrutaste su gastronomía? ¿Pudiste asistir a un clásico Boca – River? ¿Bailaste El firulete? ¿No? ¡Entonces tendremos que regresar a La Reina del Plata!