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TOP 5 Pueblos Mágicos De Hidalgo Que Tienes Que Visitar

 

Los Pueblos Mágicos hidalguenses nos muestran el pasado virreinal a través de su patrimonio físico, historia y tradiciones, y ofrecen maravillosos parajes para la diversión y el descanso, además de inigualable gastronomía.

1. Huasca de Ocampo

En la Sierra de Pachuca, muy cerca de la capital estatal y de Real del Monte, se encuentra el Pueblo Mágico hidalguense de Huasca de Ocampo.

La historia de la localidad está marcada por las haciendas que estableció Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla, para extraer los metales preciosos con los que labró su inmensa fortuna.

Las ex haciendas de Santa María Regla, San Miguel Regla, San Juan Hueyapan y San Antonio Regla, testimonian el pasado de riqueza y esplendor de esa época.

Santa María Regla fue la hacienda en la que se inició el beneficio de la plata en Huasca de Ocampo y en la actualidad es un bello hotel rústico en el que se conserva la capilla del siglo XVIII con la imagen de Nuestra Señora de Loreto.

San Miguel Regla también fue convertida en hotel de ambientación rural y cuenta con capilla dieciochesca, lagos y un centro ecoturístico para pasear a caballo, pescar y hacer excursiones, entre otras actividades.

San Juan Hueyapan es otra ex hacienda transformada en rústico hospedaje y tiene un atractivo jardín japonés del siglo XIX, además de estar rodeada de un conjunto de mitos y leyendas coloniales.

La antigua ex hacienda de San Antonio Regla quedó sumergida debajo de una represa, dejando los extremos de la gran chimenea y de una torre como únicos testigos sobresaliendo del agua.

En el Pueblo Mágico se distingue la iglesia de Juan el Bautista, una construcción del siglo XVI que cuenta con una imagen de San Miguel Arcángel que fue un regalo del Conde de Regla.

También en el pueblo se encuentra el pintoresco Museo de los Duendes, situado en una casita de madera. En Huasca de Ocampo hay cuentos y leyendas de duendes por doquier y entre las piezas exhibidas en el museo destaca una colección de crines de caballos.

Otra gran atracción natural de Huasca de Ocampo son los prismas basálticos, unas estructuras pétreas casi perfectas cinceladas por la naturaleza a golpes de agua y viento.

2. Huichapan

El Pueblo Mágico hidalguense de Huichapan sobresale por la belleza de sus edificaciones religiosas, sus parques ecotúrísticos y su pulque, que los lugareños celebran como el mejor del país.

El templo parroquial de San Mateo Apóstol fue construido a mediados del siglo XVIII por Manuel González Ponce de León, el hombre más importante en la historia del pueblo. En un nicho situado al lado del presbiterio se conserva la única imagen conocida del célebre capitán español.

La torre de cantería de la iglesia tiene un doble campanario y fue bastión defensivo durante las guerras que asolaron el territorio mexicano en el siglo XIX.

La capilla de la Virgen de Guadalupe fue el hogar original de San Mateo y tiene un altar neoclásico en el que se encuentran notables pinturas de Nuestra Señora de Guadalupe, la Asunción de María y la Ascensión de Cristo.

La capilla de la Tercera Orden cuenta con doble portada de estilo churrigueresco y en el interior se encuentra un hermoso retablo relativo a la orden franciscana.

El Chapitel es un conjunto integrado por iglesia, casa conventual, casa de visitas y otros aposentos, donde en 1812 se inauguró la tradición mexicana de pronunciar el grito de independencia cada 16 de septiembre.

El Palacio Municipal es una edificación del siglo XIX rodeada de bellos jardines y que cuenta con una fachada de cantera y un conjunto de 9 balcones.

La Casa del Diezmo es un edificio neoclásico que fue creado para la recolección y custodia de los diezmos, siendo después fortificación durante las guerras del siglo XIX.

Una de las obras más representativas de Huichapan es el espléndido Acueducto El Saucillo, construido durante la primera mitad del siglo XVIII por el capitán Ponce de León. Tiene una longitud de 155 metros, con 14 impresionantes arquerías que alcanzan los 44 metros de altura.

Después de un largo recorrido por las bellezas arquitectónicas de Huichapan, es justo que te apetezca algo de diversión en un parque.

En el Parque Ecoturístico Los Arcos puedes acampar, pasear a caballo, hacer senderismo y rapel, desplazarte en tirolesas y practicar otras entretenidas actividades.

3. Mineral del Chico

El Chico es un acogedor pueblo de apenas 500 habitantes, enclavado a 2.400 metros sobre el nivel del mar en la Sierra de Pachuca.

Fue incorporado en 2011 al sistema de Pueblos Mágicos mexicanos, en razón de su hermoso patrimonio arquitectónico, su acervo minero y sus bellos espacios para el ecoturismo, en medio de un delicioso clima de montaña.

Los encantadores parajes naturales con los que cuenta Mineral del Chico son incontables, la mayoría dentro del Parque Nacional El Chico, que cuenta con apacibles valles,  bosques, peñas, cuerpos de agua y varios desarrollos para el ecoturismo.

Los Valles de Llano Grande y de los Enamorados se encuentran dentro del parque y son bonitos parajes de verde hierba rodeados de montañas. En el Valle de los Enamorados hay unas formaciones rocosas que le dan el nombre. En estos dos valles puedes hacer camping, pasear a caballo y en cuatrimotos, y practicar distintas actividades ecológicas.

En Las Ventanas te encontrarás en el punto más alto del parque nacional, en un paraje en el que nieva en invierno y donde puedes practicar escalada y rapel.

Si te animas a pescar una trucha, quizá tengas suerte en la Presa El Cedral, un lugar donde encontrarás cabañas, tirolesas, caballos y vehículos todo terreno.

Entre los parques ecológicos, uno muy bien dotado es Las Carboneras, que cuenta con  espectaculares tirolesas de 1.500 metros de longitud, dispuestas sobre cañones de hasta 100 metros de profundidad.

Cambiando de ambiente, del pasado minero de El Chico sobrevivieron las minas de San Antonio y Guadalupe, las cuales fueron acondicionadas para el recorrido de los visitantes, así como un pequeño museo minero ubicado al lado de la iglesia parroquial.

El templo de la Purísima Concepción es el emblema arquitectónico de Minera del Chico, con sus líneas neoclásicas y fachada de cantera. Cuenta con un reloj que salió del taller en el que también fue construido el Big Ben de Londres.

La Plaza Principal de El Chico es una reunión de estilos que refleja las distintas culturas que han pasado por el pueblo, con detalles dejados por españoles, ingleses, estadounidenses y, por supuesto, mexicanos.

4. Real Del Monte

A solo 20 km de Pachuca de Soto se encuentra este Pueblo Mágico hidalguense, que descuella por sus casonas tradicionales, su pasado minero, sus museos y sus monumentos.

Del auge minero de Real del Monte quedaron las minas que pueden ser recorridas por los turistas, así como hermosas construcciones como la Casa del Conde de Regla, la Casa Grande y el Portal del Comercio.

La Mina de Acosta entró en operación en 1727 y estuvo activa hasta 1985. Puedes pasear por su galería de 400 metros y admirar una veta de plata.

En la Mina de Acosta hay un museo de sitio que cuenta la historia de la minería en Real del Monte a lo largo de dos siglos y medio. Otra muestra, orientada a los equipos y herramientas utilizados en distintas épocas,  se encuentra en la Mina La Dificultad.

El Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, fue el hombre más rico de su tiempo en México, gracias a la explotación minera y su mansión solariega era llamada la “Casa de la Plata”.

La Casa Grande comenzó siendo residencia del Conde de Regla y luego fue convertida en alojamiento de su personal directivo en las minas. Es una típica casa colonial española, con un amplio patio central interior.

El Portal del Comercio, situado a un costado del templo de Nuestra Señora del Rosario, fue el “mall” de Real del Monte en el siglo XIX, gracias a una inversión del rico comerciante José Téllez Girón.

El Portal del Comercio tenía locales comerciales y aposentos para alojamiento, y allí se hospedó el emperador Maximiliano cuando estuvo en Real del Monte en 1865.

La iglesia de Nuestra Señora del Rosario es un templo del siglo XVIII que tiene la peculiaridad de que sus dos torres son de distintos estilos arquitectónicos, una de líneas españolas y otra inglesa.

Real del Monte fue escenario de la primera huelga laboral de América, cuando los obreros mineros se alzaron en 1776 contra las duras condiciones de trabajo. La efeméride es recordada con un conjunto integrado por un monumento y un mural.

Otro monumento honra al Minero Anónimo, formado por la estatua de un minero que tiene a sus pies un féretro que representa a los cientos de trabajadores fallecidos en las peligrosas minas.

5. Tecozautla

Este bonito Pueblo Mágico hidalguense cuenta con aguas termales, hermosos paisajes, bella arquitectura y un interesante sitio arqueológico.

En Tecozautla hay un géiser natural que se eleva de manera impresionante en una columna de agua líquida y vapor, cuya temperatura alcanza los 95 grados centígrados.

El agua caliente ha sido represada en albercas hechas en sintonía con el entorno para el disfrute de los bañistas. Además, el Balneario Spa El Geiser dispone de cabañas, palapas, puentes colgantes, restaurante y área de camping.

En el pueblo de Tecozautla, la edificación más representativa es el Torreón, una torre de piedra que fue construida en 1904 durante la época del Porfiriato. El pueblo de calles angostas está formado por casas y edificios de arquitectura colonial.

La zona arqueológica de Pahñu se encuentra en un sitio semi desértico, al noroeste de Tecozautla, distinguiéndose por algunas construcciones otomíes como la Pirámide del Sol y la Pirámide a Tlaloc. En virtud de su estratégica localización, Pahñu formó parte de la ruta comercial de Teotihuacán.

Para ir al sitio arqueológico te recomendamos vestir ropa ligera y llevar sombrero o gorra, lentes de sol, bloqueador solar y agua para tomar, ya que los rayos del sol caen con vigor.

Otro antiguo lugar de interés es Banzhá, donde hay pinturas rupestres realizadas por artistas de etnias nómadas.

Tecozautla es un pueblo muy festivo. El carnaval es muy animado, mezclando manifestaciones prehispánicas y modernas, con música, danzas, bailes, máscaras y vestimentas alusivas.

En julio se celebra la Feria de la Fruta, en honor de Santiago Apóstol, En el curso de la feria se presentan eventos culturales, artísticos, musicales y deportivos, y la celebración cierra con un espectáculo nocturno de juegos pirotécnicos digno de ver.

El 12 de diciembre es la fiesta de la Virgen de Guadalupe, con peregrinaciones y una misa solemne a la que acude todo el pueblo, además de mucha alegría. El resto del mes de diciembre se dedica a las posadas y a los eventos festivos en torno a esta tradición tan mexicana.

A la hora de comer, en Tecozautla tendrás para escoger entre una variedad de exquisitos platillos, como las chalupas de pollo y papa, el mole con gallina de rancho o con guajolote y los escamoles. Los jueves se celebra el “día de plaza” y se come barbacoa, menudo de chile y consomé en los puestos callejeros.

Esperamos que este paseo por los Pueblos Mágicos hidalguenses te haya gustado y que nos cuentes cualquier inquietud que te pueda haber quedado ¡Feliz viaje por Hidalgo!

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