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30 magistrales artesanías mexicanas únicas en el mundo y de belleza increíble

México es sinónimo de artesanía por sus 68 etnias que agrupan a más de 11 millones de indígenas, pueblos que han desarrollado un bello y muy definido trabajo artesanal al que imprimen sus sellos culturales.

Conozcamos en este artículo una selección de 30 fantásticas artesanías mexicanas que estamos seguros te sorprenderán.

1. Talavera poblana

Comencemos con cerámica y la talavera poblana.

El arte de la cerámica mayólica llegó a México proveniente de España. Los primeros artífices se asentaron en la zona de Puebla en el siglo XVI, comenzando una tradición ahora famosa gracias a la calidad de las arcillas locales y al talento de los artesanos.

Para distinguirla de la talavera española fue llamada talavera poblana, denominación de origen que identifica a los productos elaborados por los métodos tradicionales de hace 5 siglos.

La talavera poblana se caracteriza por su acabado vítreo blanco y por el solo uso de 6 colores: azul, negro, amarillo, verde, naranja y violeta pálido (malva), todos derivados de pigmentos naturales.

Cada pieza es torneada y pintada a mano (la pintura se siente al tacto). El vidriado contiene plomo y estaño, según la práctica aplicada desde la época virreinal.

Las localidades productoras de la auténtica talavera poblana son Puebla de Zaragoza, Cholula, Atlixco y Tecali de Herrera.

El Museo de la Talavera Alarca que exhibe las obras más emblemáticas de esta técnica, está en la Lateral Sur Recta a Cholula, 3510, Puebla.

2. Cuadros de estambre huicholes

Los indígenas huicholes o wixárikas han recolectado el peyote desde tiempos inmemoriales y se cree que el consumo de este cactus alucinógeno tiene que ver con el origen de sus expresiones artísticas, entre las que descuellan los cuadros de estambre.

Los huicholes se refugiaron en la Sierra Madre Occidental, especialmente en Nayarit, así como en zonas serranas de Jalisco, Zacatecas y Durango, tras la llegada de los españoles. Allí continúan elaborando sus cuadros o tablas de estambre, en las que tejen los hilos multicolores sobre una base de cera y resina, para comunicarse artísticamente con los dioses y para presentar estampas cotidianas de su vida.

Los artistas huicholes pintan con hilos que inicialmente fueron los estambres obtenidos directamente de los vellones de lana de las ovejas. Ahora emplean hilos comerciales. Dependiendo de la complejidad del diseño, la elaboración de una tabla podría tomar semanas.

Otra faceta desarrollada por el arte huichol es el trabajo con cuentas y no con hilos, aprovechando la diversidad y colorido de las piececillas comerciales. Con este método se elaboran llamativos diseños como cabezas de animales y máscaras.

3. Cueras tamaulipecas

Entre las artesanías mexicanas del estado de Tamaulipas, la más emblemática es la cuera, una chamarra originaria de Ciudad Tula. Se confecciona con piel de becerro o con gamuza de venado y como adornos lleva grabados blancos y largos flecos en la espalda, frente, mangas y orilla.

La cuera proviene de una chamarra de nombre cotón utilizada por los vaqueros como protección contra ramas y espinas.

A comienzos de los años 1960 fue adoptada como traje regional de Tamaulipas. La prenda femenina consiste en una chamarra y falda.

Las cueras son artesanales y su elaboración demanda varios días. La piel es curtida y tratada para que adopte su típico color beige y los adornos, generalmente blancos, se pegan o se cosen a la pieza.

En 2010 fue inaugurado en Ciudad Victoria el Cuerudo Tamaulipeco, una monumental escultura de bronce en la que su artista, Elizabeth Pesquera Caballero, plasmó a un jinete con cuera sobre un caballo con los cuartos delanteros alzados.

La canción, El Cuerudo Tamaulipeco, del profesor, Francisco Flores, es una especie de himno regional de Tamaulipas.

4. Cerámica negra de Oaxaca

La cerámica más distintiva de Oaxaca es la del barro negro y aunque los zapotecos y mixtecos ya trabajaban una alfarería gris mate durante la época prehispánica, la actual cerámica negra se debe a un descubrimiento a mediados del siglo XX de doña Rosa Real Mateo de Nieto.

Doña Rosa descubrió que si la pieza de alfarería era horneada en un fuego más bajo y pulida con una piedra de cuarzo antes de secarse por completo, adquiría el brillo metalizado y el tono que caracteriza a la cerámica negra oaxaqueña.

La capital del barro negro en Oaxaca es la localidad de San Bartolo Coyotepec, a 14 km de Oaxaca de Juárez. En este pueblo funciona la mayoría de los talleres cerámicos, incluyendo el de doña Rosa ahora manejado por sus descendientes.

Los objetos de barro negro son de elaboración más lenta y su fragilidad ha llevado a que sean considerados básicamente piezas decorativas. Las artesanías pueden adquirirse directamente en los talleres o en el mercado artesanal local.

En San Bartolo Coyotepec funciona el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca, que dedica una de sus salas al barro negro.

5. Árbol de la Vida

El árbol de la vida es un concepto presente en muchas mitologías y filosofías de vida, pero en México adoptó una concepción particular bajo la forma de una bella, laboriosa y colorida escultura de barro.

Durante la colonia estaban inspirados en temas bíblicos y fueron instrumentos para inculcar el cristianismo a la población nativa, pero actualmente se hacen árboles de la vida dictados por otros temas.

Es una de las principales artesanías de México cuya elaboración se originó en el pueblo de Izúcar de Matamoros. Actualmente está más asociada al municipio mexiquense de Metepec, siendo una de las razones para que esta localidad fuera declarada Pueblo Mágico.

Los árboles de la vida eran hechos con fines religiosos hasta mediados del siglo XX. Una gran pieza podía demorar meses o años en ser terminada, pero el comienzo de su elaboración como objeto de adorno sacó a la artesanía de su ámbito estrictamente bíblico.

En el vigente mercado de artesanías de Metepec hay una fantástica colección de árboles de vida, que muestra el trabajo artístico y pacienzudo de las familias metepequenses.

6. Rebozos

Aunque el rebozo ya era utilizado por los pueblos indígenas durante la época precolombina, su uso se popularizó como complemento de la vestimenta femenina para entrar a los templos católicos.

El rebozo, palabra que data de 1562, es una pieza cuadrada confeccionada principalmente con algodón, seda, lana y artisela (seda sintética), que puede medir hasta 3 metros de longitud.

La prenda es usada en México, centro y Suramérica, siendo un símbolo de la mexicanidad inmortalizada en algunos cuadros de Frida Kahlo.

Los principales estados mexicanos de confección de rebozos son San Luis Potosí, México, Michoacán, Oaxaca y Querétaro.

Los más famosos son los elaborados en la localidad potosina de Santa María del Río, cuna del rebozo de bolita donde son confeccionados por hábiles tejedores otomíes y guachichiles.

La confección de un rebozo de alta calidad puede tomar hasta 2 meses y anteriormente eran coloreados con pigmentos naturales. El añil para el azul, la cochinilla para el carmín y los fierros viejos para el negro.

El rebozo puede ser prenda de vestir femenina a la manera de un chal o una bufanda, pero también un tendedero, monedero, pañuelo, mortaja o un  instrumento ergonómico para cargar bebés.

7. Sarapes

El sarape representa para los hombres mexicanos lo mismo que el rebozo para las mujeres. Es una prenda de vestir parecida al poncho andino para proteger del frío y de la lluvia, pero también puede ser un improvisado tapete o alfombra.

Aunque es de gran tradición en varias regiones mexicanas, surgió en Saltillo y es más común en el norte. Los aficionados a los westerns seguramente recordarán el sarape que llevaba Clint Eastwood en la película, Por un puñado de dólares.

Los sarapes se elaboran con hilos gruesos y antes de la llegada de los tintes industriales, su coloración era con pigmentos naturales fabricados artesanalmente.

Los principales materiales empleados son algodón y lana. El telar que llegó con los españoles ayudó a aumentar la producción y a intercalar más fácilmente franjas de diferentes colores.

El Museo del Sarape y Trajes Mexicanos, en Allende Sur 160, Saltillo, funciona en un inmueble del siglo XVIII y tiene una sala dedicada especialmente a la prenda de origen saltillense y a su historia.

El museo también muestra una hermosa colección de trajes mexicanos que es una retrospectiva sobre la evolución del vestido en México.

8. Platería

Las minas de plata de México inflaron las arcas de la casa real española y labraron inmensas fortunas personales, como la de Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, uno de los hombres más ricos del mundo en el siglo XVIII, durante la época virreinal.

También dejaron el aprendizaje del oficio de platero, una tradición en el trabajo artesanal de la plata que se mantuvo después de que las minas se agotaron.

Los objetos de plata del Pueblo Mágico guerrerense de Taxco tienen fama nacional y mundial, entre las artesanías de la República mexicana.

El tianguis de la plata de cada sábado llena las calles del centro histórico de vendedores que ofrecen anillos, aretes, pulseras, collares, cadenillas, tobilleras y otras piezas de plata, a precios de “joyería popular”.

Durante la última semana de noviembre se celebra en Taxco la Feria Nacional de la Plata, en la que los plateros taxqueños y mexicanos compiten con sus piezas, para saber cuáles reciben los mejores reconocimientos en diseño y ejecución.

9. Hamacas

En ninguna casa yucateca falta una hamaca, invento caribeño de origen no precisado que se cree llegó a Yucatán 200 años antes del Descubrimiento.

Actualmente se fabrican de materiales artificiales como el polipropileno, pero en un principio solo constaban de fibras naturales como henequén y algodón.

La Época Henequenera de Yucatán es normalmente asociada con las grandes haciendas que cultivaban la planta del henequén y extraían la fibra natural para la fabricación de cuerdas de amarrar buques, costales y otras cosas para trabajar de firme.

El henequén también fue y sigue siendo la base de la hamaca yucateca, un artículo para descansar.

Los artesanos yucatecos de Tixcocob, Chumayel, Teabo y de otras comunidades, tienen una asombrosa destreza en el manejo del bastidor y de las dos agujas que se requieren para hacer una hamaca unicolor, multicolor, infantil, familiar, individual o personalizada.

Dependiendo del tamaño y de la complejidad del diseño, se necesita entre 1 y 2 semanas para confeccionar una buena y bonita hamaca.

10. Ámbar

El ámbar es una resina fosilizada de restos de coníferas considerada una piedra semipreciosa. Es más bien una rareza y por sus características es clasificado con diferentes nombres según su procedencia, siendo los más conocidos el ámbar dominicano, ámbar mexicano, ámbar báltico y ámbar español.

Aunque hay variedades amarillas, blancas, verdosas y de muchas otras tonalidades, es predominantemente de color marrón claro.

La principal fuente de ámbar en México es Chiapas y podría decirse que la capital ambarina nacional es San Cristóbal de las Casas.

El ámbar de Chiapas se formó a partir de bosques de la era Terciaria hace 30 millones de años y es el más duro del mundo, cualidad que junto a su amplia variedad de colores le han dado un prestigio internacional para el tallado.

El tallado chiapaneco es manual, lo que aumenta su valor artístico.

El Museo del Ámbar de Chiapas funciona en el antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real, una histórica edificación del siglo XVI de San Cristóbal de las Casas, que fue el primer establecimiento de la orden de los mercedarios en el Nuevo Mundo. Exhibe unas 350 piezas tanto en bruto como talladas.

11. Tejidos de palma de jipi campechanos

Mucha gente cree que el famoso sombrero Panamá se llama así porque se originó en la república del canal. La verdad es que es un sombrero ecuatoriano de palma de jipi (por lo que también son llamados jipijapa) que adoptó su vigente nombre por los miles importados desde Ecuador durante la construcción del canal. Uno de estos sombreros fue para el presidente estadounidense, Teddy Roosevelt.

Su función era y sigue siendo proteger a los trabajadores del ardiente sol tropical.

La palma de jipi también es hábilmente trabajada en Campeche, específicamente en las localidades de Becal, San Nicolás, Santa Cruz y Tankuché. Los artesanos campechanos de estos pueblos hacen sombreros Panamá y otras confecciones con la palma de jipi.

El trabajo no es sencillo. Las hojas deben ser cuidadosamente seleccionadas y la hechura requiere gran destreza manual. Lo más curioso es que buena parte del proceso creador se lleva a cabo en cuevas, ya que en estos espacios naturales las condiciones de humedad y temperatura, facilitan la manipulación de las fibras.

12. Sombreros de charro

Han sido popularizados como suvenires por los mariachis que utilizan en su traje el sombrero típico de los charros mexicanos. Su origen es español, particularmente de Andalucía, donde eran usados por hacendados acaudalados.

Los sombreros de charro son una pieza popular en las haciendas de México para protección del sol, del viento y del polvo, aunque por su ala ancha tienen muchas otras prestaciones como instrumento para atizar y apagar un fuego campero, aturdir a una serpiente o amortiguar un golpe en una caída.

También han sido utilizados como capote frente a un toro bravo, como escudo ante un ataque y como barrera para ocultar el rostro en un lance amoroso prohibido.

Los sombreros pueden confeccionarse con fieltro de lana, con piel de liebre y de otros animales, que pese a ser más duraderos son también más pesados. Los hechos con paja de trigo y palma son más frescos y livianos.

El auténtico sombrero charro tiene el ala ancha levantada en la parte posterior y en la copa lleva 4 concavidades llamadas “pedradas”, que proporcionan estética y resistencia. Es común adornarlos con toquillas y ribetes.

13. Cajitas de Olinalá

Estas cajitas son una tradición que tiene aportes prehispánicos y que tuvieron un gran impulso en el siglo XVII, cuando los artesanos de Olinalá aprendieron el arte del maqueo de muebles y elaboraban baúles, cofres y cajas de gran valor artesanal, especialmente por su pinturas con lacas y la belleza y elegancia de sus bisagras, herrajes, chapas y flejes.

La elaboración de una cajita es un proceso laborioso que tiene cerca de 30 pasos, incluyendo la realización de grabados, pinturas y la aplicación de lacas. Cada cajita es una obra única e irrepetible.

La base de las lacas es el aceite de chía que actúa como aglutinante mezclado con 3 minerales, que son una dolomita llamada toltec, un óxido de hierro conocido como tecoxtle y una calcita llamada texicaltecriollo.

La madera utilizada es la del árbol lináloe, también empleada para hacer otros objetos decorativos y de usos prácticos como bandejas, fruteros, paneras, baúles y alhajeros.

Cada artesano ha evolucionado con sus técnicas en la elaboración de las cajitas de Olinalá, máximo patrimonio artesanal de Guerrero.

14. Piezas de cobre de Santa Clara del Cobre

Santa Clara del Cobre es un Pueblo Mágico michoacano en el municipio de Salvador Escalante, que aprendió el trabajo de martillar metales en la época prehispánica, aunque el gran impulsor de la actividad del cobre fue el obispo Vasco de Quiroga, en el siglo XVI.

Desde la plaza principal se siente la abrumadora presencia del metal rojizo en Santa Clara del Cobre, con el enorme cacharro de cobre en el centro del kiosco y con las láminas del material que forman el techo y crean un bonito efecto al ser impactadas por los rayos solares.

Los antiguos artesanos purépechas martillaban el cobre con piedras y aunque ahora se utilizan otras herramientas, la atmósfera que se siente en los talleres poco ha cambiado.

En la Feria Nacional del Cobre celebrada a mediados de agosto se exhiben piezas ornamentales y de uso en el hogar.

En el Museo Nacional del Cobre, en la Avenida Morelos con Pino Suárez, hay una muestra de representativos objetos elaborados con técnicas tradicionales.

15. Campanas de Tlahuelompa

Una de las artesanías mexicanas más singulares son las campanas fabricadas en esta localidad de la sierra hidalguense, artículos que aparte de adornar también se pueden usar.

Esta pequeña comunidad serrana se conoce como el Valle de las Campanas por los instrumentos sonoros que fabrican en estaño, bronce y cobre, a partir de moldes de barro. También producen cazos y otros artículos hogareños.

El metal es fundido y vertido en un molde de barro. Al día siguiente se hace el desmoldado con el que se obtiene una campana “en bruto”, que luego de ser limpiada, bruñida y pulida, queda terminada.

Lo. s bonitos tonos se consiguen cambiando la cantidad de cada metal en la mezcla a fundir; un color más plateado indica la presencia de más bronce y una tonalidad más dorada o rojiza, delata una mayor cantidad de cobre.

En Tlahuelompa se hacen grandes campanas para ser tocadas en iglesias y en otros lugares, así como versiones pequeñas con fines decorativos.

Otras interesantes tradiciones artesanales de Tlahuelompa son la fabricación de imágenes religiosas y la elaboración de vinos de frutas.

16. Cerámica verde de Santa María Atzompa

A la tradición del barro negro de San Bartolo Coyotepec, Oaxaca une la del barro verde de Santa María Atzompa, municipio de los valles centrales cuya palabra Atzompa significa en nahua: “en la cumbre del agua”.

La alfarería local se distingue por su esmaltado verde y es una cerámica menos porosa y más fácil de limpiar.

Este es el producto alfarero más importante de Santa María Atzompa, pero no el único, ya que también elaboran piezas con esmaltado ámbar y de otros colores, así como objetos sin esmalte.

Los diseños son hechos con las técnicas del pastillaje y el calado. Entre la variedad de artículos se encuentran vajillas, floreros, cántaros, jarros, cazuelas, chirmoleras, juguetes y otros objetos decorativos.

La pieza recibe un baño de greta tras ser moldeada y cocida, una mezcla de óxido de plomo y sílice que le da la apariencia vidriada verde que caracteriza a la cerámica.

Santa María Atzompa es un pintoresco pueblo de casi 6 mil habitantes a 8 km al oeste de la ciudad de Oaxaca y otras de sus atracciones son su rústica iglesia con dos torres y la plazuela con su kiosco.

17. Guayaberas de Yucatán

Se conocen varias versiones sobre el origen de la guayabera. Una señala que proviene de Cuba donde un sastre de Sancti Spíritus la diseñó para que los hombres cargaran suficientes tabacos. Según esta versión, los campesinos que vivían en la cuenca del río Yayabo, cercano a Sancti Spíritus, empezaron a llamarla yayabera y de allí el nombre migró a guayabera por su utilidad para cargar guayabas.

En otra historia se afirma que la guayabera salió de la península de Yucatán y que de allí pasó a las islas del Caribe y a Filipinas.

De cualquier modo, lo que distingue a esta práctica camisa masculina son su uso por fuera del pantalón, su alforzado (líneas verticales plegadas) y sus 4 amplios bolsillos, 2 en la pechera y 2 en los faldones. Las confeccionan de mangas largas y mangas cortas.

Es una prenda de vestir tradicional en Yucatán por su ligereza y comodidad, que la hace estupenda para climas tropicales.

18. Guitarras de Paracho

La vida en Paracho de Verduzco gira en torno a la elaboración de instrumentos musicales de madera, especialmente guitarras, de las que producen artesanalmente cerca de 20 mil al mes, en una tradición que suma más de 5 siglos.

Otros instrumentos musicales de madera manufacturados por los lauderos locales, son guitarrones, mandolinas, violines, violoncelos, laudes, contrabajos, tricordias, charangos y requintos.

En Paracho se fabrican guitarras de diferentes maderas nacionales e importadas, como cedro, palo de rosa, abeto y ciprés. También elaboran miniaturas que implican un laborioso trabajo artístico y otros artículos de madera como juguetes, libreros, comedores, utensilios de cocina y mobiliario en general.

Durante la primera quincena de agosto se celebra la Feria Internacional de la Guitarra, que incluye un festival de guitarra, un concurso de constructores, un tianguis de artesanías y una feria gastronómica.

La mayor parte de la producción de guitarras de Paracho es exportada a Asia, Europa y Norteamérica.

19. Huipiles de Yucatán

Los evangelizadores cristianos españoles encontraron a las mujeres con el torso desnudo en su llegada a Yucatán en el siglo XVI. Como esto no era bien visto, obligaron a las indígenas a vestir un tosco camisón de lienzos con dos huecos para los brazos y uno para el cuello, que fue llamado, güipil.

Así nació el huipil yucateco, actualmente el traje típico regional conformado por 3 piezas también llamado, terno yucateco.

Las 3 piezas son el jubón, que parece un cuello de escote cuadrado y lleva adornos bordados en punto de cruz; el huipil o hipil, un vestido ligero con bordados en la parte baja que llega hasta las rodillas; y el fustán, una pieza más larga que el hipil que se ata por la cintura.

El atuendo se completa con un peinado con chongo fijado con una peineta y adornado con flores naturales, aretes y rosarios de filigrana de oro y coral.

El huipil también es usado en otras regiones mexicanas como Querétaro, Puebla y la Huasteca. Es una vestimenta colorida, fresca y muy cómoda. Tradicionalmente es blanco con adornos de colores.

20. Huaraches

Los huaraches son una confección mexicana surgida del sincretismo entre las culturas precolombinas y la europea aportada por los conquistadores.

Se trata de populares sandalias que los indígenas prehispánicos hacían con fibras naturales, hasta que los españoles llegaron con el ganado bovino y empezaron a hacerse de tiras de cuero tal como se elaboran actualmente.

El huarache es un calzado usado principalmente por las poblaciones campesinas en estados como Michoacán, Jalisco, Yucatán y Colima. También es la sandalia que usan los religiosos de algunas órdenes como los franciscanos. La palabra “huarache” proviene del vocablo purépecha “kwarachi”.

Otras ventajas de los huaraches son su economía como calzado, porque pueden ser reparados varias veces. Dieron origen a una palabra muy mexicana: la huarachería, que es una talabartería de huaraches.

El material de la suela también ha evolucionado del mecate y la vaqueta, al hule y a otros materiales sintéticos.

Tienen su equivalente en la gastronomía mexicana con el huarache, una torta de masa de maíz parecida a la suela de la sandalia, que se rellena con frijoles, carnes y vegetales y se adereza con queso y salsa.

21. Máscaras mexicanas

El arte de la máscara mexicana tiene origen prehispánico cuando empezaron a usarse en ceremonias, ritos y bailes tradicionales. Trascendió culturalmente hasta la época contemporánea por los antifaces usados en la lucha libre, uno de los deportes más populares del país.

Los principales materiales utilizados en la elaboración de las máscaras son madera, barro, cuero, cartón, tela y papel maché.

Las imágenes más usadas a lo largo de la historia para la elaboración de las máscaras han sido de los europeos (especialmente españoles y franceses, por sus vínculos con la historia de México), hacendados, animales y una gran cantidad de diseños surgidos de la imaginación de los artesanos, entre los que destacan los asociados con seres fantásticos y demoníacos.

Las máscaras forman parte del atuendo utilizado por los danzantes en distintas coreografías típicas mexicanas, como los Parachicos de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, la Danza del Caballito Blanco de Nacajuca (Tabasco), los Chinelos de Morelos  y los Fariseos de Sonora.

La colección de más 1300 piezas del Museo Nacional de la Máscara, en la ciudad de San Luis Potosí, es la más grande del país.

22. Cestería rarámuri

Los rarámuris o tarahumaras viven en los espacios abismales de las Barrancas del Cobre y de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, donde desarrollaron un particular sincretismo religioso y una cultura con rasgos peculiares, como el juego de las carreras de bolas.

Entre los productos artesanales rarámuris destaca la cestería, adquirida por los viajeros que cruzan las Barrancas del Cobre a bordo del tren El Chepe.

Las cestas son elaboradas con palmilla y fibras de sotol, una planta parecida al maguey que crece en la Baja Tarahumara a 600 metros sobre el nivel del mar. También trabajan con hojas de pinos que crecen en la Alta Tarahumara a entre 1800 y 2800 m.s.n.m.

El trabajo comienza preparando las fibras de sotol y palmilla y cortando las hojas en tiras de distintos anchos. Se confecciona una base circular o cuadrada y luego se termina de conformar la pieza mediante el tejido de sarga, en diferentes variantes. El tejido puede ser simple o doble.

23. Bordados mazahuas

El mazahua es el más numeroso en los estados de México y Michoacán entre los pueblos indígenas y vive en zonas rurales de las sierras y de los valles mexiquenses y michoacanos.

Su principal producto artesanal son los bordados de lana y punto de cruz, con motivos en los que destacan plantas, animales y grecas. También elaboran con gran maestría cobijas, colchas, quexquemiles, fajas, chalecos, morrales, chales, fundas y otras prendas.

Aparte del punto de cruz utilizan bordados a lomillo, hilvanado, a dos agujas, pepenado, pata de gallo, careado, entre otros. Los bordados se plasman principalmente en lana, algodón, manta y cuadrille.

Cada comunidad mazahua tiene su especialidad artesanal. Por ejemplo, la localidad mexiquense de San Felipe Santiago (municipio de Villa de Allende) es prácticamente la única que trabaja el bordado fino en manta.

Aunque los bordados tradicionales subsisten (flores, caballos, venados y la estrella mazahua), los artesanos se han abierto a la modernidad y es frecuente encontrar diseños con logos de equipos de fútbol y personajes de dibujos animados.

24. Catrinas de Capula

La catrina es una figura de calavera creada por el ilustrador, caricaturista y grabador hidrocálido, José Guadalupe Posada. Fue bautizada con ese nombre por su joven amigo, Diego Rivera.

Durante la segunda mitad del siglo XIX se popularizaron en México escritos y panfletos que criticaban y burlaban de los personajes de las clases privilegiadas, presentándolos como cuerpos vestidos con ropas caras y rostros de calaveras. La palabra catrín pasó a ser sinónimo del refinado dandi inglés y la catrina se convirtió en el personaje femenino equivalente.

La localidad michoacana de Capula adoptó la tradición artesanal de confeccionar llamativas catrinas, cuyas figuras esqueléticas son de barro y van vestidas con diferentes atuendos, incluyendo huipiles, vestidos largos y sombreros de ala ancha.

Los visitantes de la localidad son recibidos por una catrina monumental que lleva un vestido de época, un sombrero adornado con flores y un rebozo en forma de serpiente emplumada.

Para el Día de Muertos se celebra la Feria de la Catrina de Capula, ocasión en la que los artesanos locales se esmeran por presentar los esqueletos más fidedignos y las vestimentas más originales.

25. Piteado de Colotlán

El piteado es un trabajo artesanal que consiste en un bordado con pita (hilo obtenido de la fibra de maguey) sobre una base de cuero, utilizando patrones decorativos.

La técnica es aplicada en la manufactura de distintos artículos de piel como sillas de montar, correas, cinturones, calzado y diademas.

Los bordados típicos son animales, flores, motivos relacionados con la charrería y símbolos prehispánicos y de otras culturas.

El piteado está asociado al charro y es trabajado también en otros estados, aunque no necesariamente utilizando el hilo de pita.

La localidad jalisciense de Colotlán es llamada la “capital mundial del piteado”. Es un bello arte amenazado por la competencia del piteado industrial realizado con máquinas e hilos comerciales, que producen piezas que por su parecido pueden confundirse con las confecciones auténticamente artesanales.

Otro factor que amenaza la conservación del piteado en Colotlán y prácticamente en México, es la falta de interés de los jóvenes en conocer un oficio cuyo aprendizaje ha sido transmitido de generación en generación.

Dos grandes entusiastas del piteado de Colotlán han sido el cantante Vicente Fernández y el expresidente, Luis Echeverría.

26. Muñecas

El arte mexicano de la muñeca proviene del México prehispánico y algunas continúan elaborándose como las muñecas pames, hechas en la Sierra Gorda con partes de la planta de maíz.

Las muñecas son una de las artesanías típicas de México que se distinguen por su belleza, colorido y candor artístico, como las de tusa confeccionadas con hojas de maíz, principalmente en los estados centrales y del sur de México.

Las muñecas pame son las que tienen la tradición artesanal más antigua y las que están elaboradas con palmas y pelos de elote para simular el cabello. Son típicas de la Sierra Gorda en Querétaro y San Luis Potosí y se han conseguido vestigios arqueológicos de algunas.

Las Marías son probablemente las muñecas más famosas de México. Son hechas bellas y meticulosamente por artesanas mazahuas.

Las muñecas Tarahumaras son tallas de madera vestidas con los coloridos trajes rarámuris y una de las artesanías mexicanas más bellamente ingenuas.

Las huicholas son muñecas de plástico espectacularmente vestidas con los trajes típicos wixárikas y las muñequitas chiapanecas, elaboradas con telas rellenadas de algodón, se distinguen por sus detalles de costura.

Últimamente se ha popularizado las fridas, unas imágenes de Frida Kahlo.

27. Figuras de cera de Salamanca

La ciudad guanajuatense de Salamanca ha tenido una fuerte expansión industrial, sin olvidar sus tradiciones artesanales entre las que destaca el trabajo de la cera, la cestería y las figuras de bronce.

Los artesanos salamantinos han ganado fama por sus creaciones en cera, material con el que hacen delicadas figuras y ornamentan velas.

Uno de los trabajos artesanales que más llama la atención de turistas y visitantes, son los nacimientos o belenes elaborados solamente con cera. Esta tradición comenzó con la implantación de la religión cristiana traída por los evangelizadores españoles.

Durante la temporada de Navidad se monta en Salamanca un nacimiento monumental que es visitado y fotografiado por gente de todo México. Las figuras de este nacimiento que se expone en la Casa de la Cultura están hechas totalmente de cera.

Las velas escamadas son cubiertas de adornos de cera, especialmente flores, y son particularmente apreciadas por el público como ofrendas y presentes religiosos.

El procedimiento de escamado consiste en poner sobre la vela una armazón de alambre cubierto con papel crepé, para luego ir agregando los adornos de cera, principalmente flores y hojas.

28. Vidrio Soplado

Casi todas las artesanías son hechas por hábiles manos y es frecuente llamarlas manualidades, pero en el vidrio soplado se prioriza tener buenos y adiestrados pulmones.

La capital mexicana del vidrio soplado es la localidad jalisciense de Tonalá, una ciudad que también merecería el título de capital artesanal nacional, por sus trabajos de alfarería y cerámica de alta temperatura, papel mache, hierro forjado y otras especialidades.

La elaboración de piezas de vidrio soplado es delicada porque el artesano debe soplar una pequeña cantidad de pasta vítrea (vidrio fundido), a través de una caña o tubo de más de un metro de largo, para darle al material la forma inicial deseada.

La pieza es seguidamente modelada con otros utensilios y horneada para que alcance la consistencia requerida.

Con esta técnica se elabora el famoso cristal de Murano y piezas como floreros, lámparas, ceniceros, vasos, botellas, vajillas y adornos.

Una pieza sencilla como un vaso tequilero puede conseguirse en Tonalá en menos de 30 MXN, mientras que objetos más elaborados como un candil pueden superar los 5000 MXN.

29. Cantera de Escolásticas

Lo primero que llama la atención en la comunidad de Escolásticas, en el municipio queretano de Pedro Escobedo, es el paisaje sonoro producido por los cinceles, martillos, sierras, esmeriladoras y otras herramientas utilizadas en el trabajo de la piedra, del que surgen algunas de las artesanías mexicanas más elegantes.

El tramo de carretera más próximo al pueblo es asiento de varios talleres en los que los canteros tallan piezas de todos los tamaños, que pueden costar desde 50 hasta medio millón de pesos.

De Escolásticas puedes llevarte desde una pequeña fuente decorativa, hasta una de 2 toneladas para presidir un espléndido jardín, así como esculturas de animales que incluyen caballos, tigres, leones, cocodrilos, rinocerontes, delfines y osos.

La fuente principal de piedra son las canteras locales, aunque también se traen bloques de Jalisco, Yucatán e Hidalgo, sobre todo para cumplir con encargos especiales. La mayor parte de las piezas es exportada a Estados Unidos, Canadá y Europa.

Mucha gente que construye o remodela una casa visita Escolásticas para realzar los interiores y exteriores de su propiedad, con los magníficos trabajos de cantería de los artesanos canteros locales.

30. Tapetes de aserrín de Huamantla

Es la única de las artesanías de la presente lista que no podrás llevar a casa, ya que su vida es efímera.

Estos coloridos tapetes de aserrín son hechos en el Pueblo Mágico tlaxcalteco de Huamantla.

Huamantla es una localidad a 48 km de la ciudad de Tlaxcala por la vía de Apizaco, que obtuvo la distinción de Pueblo Mágico por sus tradiciones religiosas y taurinas, su patrimonio arquitectónico y sus espacios naturales.

Las fiestas a mediados de agosto de la Virgen de la Caridad son el gran acontecimiento anual de Huamantla.

En la Noche que Nadie Duerme, el 14 de agosto, los huamantlecos elaboran unos preciosos tapetes de aserrín, arena y flores, sobre las calles por las que pasará la virgen en procesión, la cual sale del templo a la 1 de la madrugada del 15 de agosto.

Son bellezas artesanales de corta duración que ejemplifican el talento artístico y la devoción religiosa de los tlaxcaltecos.

El otro espectáculo imperdible de la feria es la Huamantlada, una especie de sanfermín pamplonés en Tlaxcala con toros correteados por las calles y lidias espontaneas.

¿Cuáles son las artesanías de México?

México es un mundo de variadas y coloridas artesanías que tienen usos decorativos y prácticos, realizadas por sus numerosos pueblos indígenas.

Estas comunidades han trabajado ancestralmente el barro, la piedra, la madera, las fibras naturales, textiles, metales y otros materiales para crear las cosas artesanales de México, entre las que sobresalen muñecas, juguetes, adornos, máscaras y piezas para el uso diario en el hogar, así como ropa, calzado y atuendos típicos.

¿Qué son las artesanías locales?

Las artesanías locales son los objetos producidos manualmente o con la mínima utilización de máquinas, que identifican culturalmente a una determinada localidad y que son usados como elementos ornamentales o prácticos.

Son por ejemplo en México las cajitas de Olinalá, el barro negro de San Bartolo Coyotepec, la cerámica verde de Santa María Atzompa, las catrinas de Capula y las guitarras de Paracho.

¿Cuáles son los productos artesanales?

Los productos artesanales por definición son aquellos que se realizan con las manos, distinguiéndose de los productos industriales hechos mediante máquinas y en procesos de fabricación en serie.

Un artesano puede imprimir su sello personal a la artesanía hasta el momento final en que la termina, mientras que los productos industriales dentro de una determinada gama son todos iguales y fabricados a alta velocidad.

¿Qué representan las artesanías?

Las artesanías son productos que simbolizan la cultura de un país (el sombrero de charro), de una región (la cuera tamaulipeca) o de un pueblo (las piezas de cobre de Santa Clara del Cobre).

Otros objetos que entran dentro de la definición de artesanías son los elaborados por una comunidad cultural, como los cuadros de estambre huicholes y los bordados mazahuas.

La venta de artesanías mexicanas suele realizarse en mercados artesanales situados en ciudades, pueblos y en tiendas dedicadas a la actividad.

¿Qué son los alebrijes?

Los alebrijes son figuras coloridas de cartón creadas en los años 1930 por el cartonero mexiqueño, Pedro Linares López, después de una enfermedad con la que soñaba con figurillas fantásticas que decidió plasmar en la realidad.

Su trabajo gustó tanto a Diego Rivera que el famoso pintor le hizo algunos encargos expuestos actualmente en el Museo Anahuacalli.

En los pueblos oaxaqueños de San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajete, manufacturan unos vistosos alebrijes con madera de copal.

¿Cuáles son las características de los alebrijes?

Los alebrijes son figuras con un alto componente imaginativo en las que el artesano puede modelar desde una imagen más o menos sencilla, hasta un pequeño monstruo de varias cabezas recién parido por una mente enfebrecida como la del maestro Pedro Linares López, cuando los concibió.

Otras características de los alebrijes son su colorido y el esmero en el detalle que requiere mucha paciencia.

¿Cuál es la artesanía de los otomíes?

El otomí es un pueblo de unos 65 mil indígenas que habita principalmente en los estados de México, Hidalgo y Querétaro.

Los otomíes son hábiles tejedores desde el tiempo en el que tenían que pagar sus tributos con prendas textiles confeccionadas con fibras naturales, como maguey, algodón y lechuguilla.

Entre los principales productos de hechura otomí están rebozos, fajas, guanengos, camisas, ayates y morrales.

Otras artesanías otomíes son bordados, cestería, muñecas, sombreros de palma, bolsas de paja y molcajetes.

Artesanías mexicanas fáciles de hacer

Si quieres incursionar en el mundo de las artesanías te recomendamos comenzar con algo relativamente fácil.

Una idea es hacer una máscara para el próximo Día de Muertos utilizando cartón, pintura y otros materiales.

La talla de esculturas de madera también puede ser una actividad gratificante.

Puedes comenzar intentando esculpir un rostro en un coco seco. Un collar o una pulsera con conchas de playa también puede ser un buen proyecto inicial.

Cómo hacer artesanías mexicanas

¿Te animas a hacer tu propia artesanía? Aquí aprenderás cómo hacer una bonita muñeca mexicana.

Artesanías mexicanas para niños

Algunos ejemplos de artesanías para niños que puedes conseguir en México son las muñecas y juguetes de madera, que venden en muchos mercados artesanales del país.

Si se trata de artesanías para ser hechas por niños, algunas ideas sencillas son una oruga de cartones de huevos, una lámpara china y un collage con conchas y piedrecillas de playa.

Tipos de artesanías mexicanas

En México se realiza una gran variedad de trabajos artesanales. 10 tipos de artesanías mexicanas son juguetes, muñecas, cestería, alfarería y cerámica, joyería, trabajos de cuero, platería, máscaras, metalistería y cerería.

¿Tienes en casa alguna de estas artesanías? ¿Cuál te ha parecido la más interesante? Comparte este artículo con tus amigos para que también conozcan el fascinante universo de las artesanías mexicanas.

 

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