Estás son las 16 islas casi celestiales que reúnen bellezas naturales inigualables, exquisita gastronomía y muchos otros hechizos.
1. Bora Bora, Polinesia Francesa
Esta isla de sotavento perteneciente al Archipiélago de la Sociedad de la Polinesia Francesa en el Pacífico Sur es llamada también “May ti pora” en lengua tahitiana, que significa “creada por los dioses”, una denominación que hace justicia a su belleza incomparable.
La isla es un atolón con un sector central montañoso y una preciosa laguna con islotes, rodeada por el anillo de arrecifes coralinos.
La laguna es de un deslumbrador azul turquesa y está repleta de ejemplares de la fauna marina, como tortugas, peces multicolores, rayas y otras especies que casi pueden tomarse con la mano, haciendo las delicias de buceadores, snorkeledores y nadadores.
Por su herencia cultural francesa, a u hermosura Bora Bora suma la fascinante gastronomía gala aderezada con el toque local, como los filetes de pescado en leche de coco.
Para beber, nada mejor que un Maitai, un cóctel preparado a base de ron blanco, piña, granadina, cointreaux, zumo de lima y coco. ¡Una delicia tropical!
Los alojamientos más cautivadores de Bora Bora son sus típicos bungalós levantados sobre pilotes en la laguna, en los que es maravilloso quedarse dormido con el suave arrullo del mar. Los hay desde los que cuentan con los servicios básicos hasta los que te hospedan a todo lujo.
2. Maldivas
Este archipiélago formado por 26 atolones y unas 1.200 islas en el Océano Índico alberga algunos de los espacios insulares más hermosos y encantadores del mundo.
Las aguas del mar en las Maldivas son de un cristalino y luminoso color azul turquesa, bañando arenales de un blanco deslumbrante.
La República de las Maldivas es el país más bajo del planeta con una altitud promedio de 1,5 metros sobre el nivel del mar y una altitud máxima de solo 2,3 msnm, los que la hace particularmente vulnerable a la subida del nivel de los océanos.
Debajo de las fascinantes aguas florecen los arrecifes coralinos, atrayendo a los buzos y nadadores de todo el mundo.
También los surfistas se reúnen en las Maldivas para practicar su entretenimiento favorito en un entorno paradisíaco y alejado del mundanal ruido.
De vuelta a tierra, los hoteles de lujo ofrecen el máximo confort y los puntos de partida perfectos para las aventuras centradas en el mar, que es el mayor activo de este bellísimo archipiélago seriamente amenazado por el cambio climático.
Los maldivos son previsivos y están utilizando los cuantiosos recursos proporcionados por el turismo para comprar tierras continentales, a las que eventualmente tendrán que emigrar si su país es cubierto por las aguas. ¡Debes tratar de ir cuanto antes a las Maldivas!
3. Seychelles
Seychelles es un precioso archipiélago de 115 islas tropicales en el Océano Índico, frente a la costa continental oriental de África.
En gran medida es un territorio prácticamente virgen, ya que solo 33 de las 115 islas están habitadas y muchas son bellos atolones coralinos llenos de vida marina.
Las islas principales son graníticas y coralinas, y cuentan con zonas de jungla húmeda, con una rica biodiversidad.
Las playas de aguas transparentes y sombreadas por palmeras suelen estar salpicadas por rocas gigantes.
Los cuerpos de agua de Seychelles son santuarios de la vida marina, por lo que los practicantes de los deportes subacuáticos la pasarán a todo dar.
Una de las especies endémicas y simbólicas de Seychelles es el pez payaso, de intenso colorido y feliz de vivir entre las anémonas.
Seychelles es también un paraíso gastronómico y allí tienes que degustar una barbacoa de pescado acompañada por una ensalada del “millardaire”, cuyo principal componente son los corazones frescos de palmitos.
Otro atractivo de Seychelles es la abundancia de peces en sus zonas de pesca deportiva, por lo que muchos pescadores del planeta van a la república insular africana a ejercitar su entretenimiento favorito.
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4. Santorini, Grecia
Santorini es básicamente lo que queda de una monumental explosión volcánica que sacudió el Mar Egeo hace miles de años, destruyendo los antiguos territorios y formando este radiante archipiélago que ahora disfrutan los turistas.
Las blancas villas de Santorini se escalonan en las escarpadas faldas de los montes, con algunas que parecieran que en cualquier momento van a precipitarse para darse un chapuzón en el mar.
Los asentamientos de Fira y Oia, levantados en lo alto de los acantilados de lava, son los más pintorescos y exclusivos de Santorini.
Las buganvillas adornan los jardines por doquier, alegrando el ambiente con una sinfonía de rosados, magentas, rojos y purpúreos.
En Santorini se encuentra el yacimiento arqueológico de Acrotiri, con cerámicas y murales de la civilización minoica, magníficamente conservados gracias al papel preservativo de la lava volcánica que los cubrió por siglos.
El arte culinario mediterráneo se manifiesta en todo su esplendor en Santorini y si te apetece botanear, te recomendamos la Tararmasalata local, el sabroso preparado griego hecho con huevas de pescado, pan, olivas, cebolla y zumo de limón. Otra deliciosa elección son los Keftedes, unas bolitas picantes de carne.
5. Bali, Indonesia
Los 5.700 km2 de Bali reúnen algunas de las playas más fascinantes del planeta, con un variado patrimonio cultural, principalmente a través de sus templos hindúes, música y otras manifestaciones autóctonas.
Esta isla exótica, con su territorio salpicado por arrozales color verde eléctrico y arenales de ensueño, es un excelente destino para tomar el sol, practicar surf, nadar y disfrutar de su embrujadora gastronomía.
En la cocina balinesa se distinguen el Babi Guring, un platillo de diferentes partes del cerdo acompañadas por el infaltable arroz; el Gado Gado, que está hecho con verduras salteadas con salsa de cacahuates y galletas de camarón; y el Satay, unos pinchos de pollo deliciosamente salseados.
El Templo Madre de Besakih, situado la ladera del Monte Agunges, es el más grande y sagrado de Bali. Está formado por 22 diferentes templos, entre los que sobresalen los dedicados a la trinidad Hindú: Shiva, el destructor; Brahma, el creador; y Visnú, el preservador.
Otra atracción típica de Bali es su música folclórica, interpretada por el gamelán, una agrupación en la que participan instrumentos como metalófonos, xilófonos, membranófonos, flautas de bambú, gongs e instrumentos de cuerdas.
6. Islas Cook
Si te tocara vivir una experiencia de náufrago en el Pacífico Sur y tuvieras la posibilidad de seleccionar, lo más probable es que elegirías tocar tierra en las Islas Cook.
Son 15 islas ubicadas entre Samoa y la Polinesia Francesa, con picos volcánicos, playas custodiadas por palmeras, tersos arenales y aguas que deslumbran con su color azul turquesa.
En el siglo XVIII fueron reclamadas para la corona británica por el célebre navegante James Cook, de quien tomaron el nombre. Actualmente tienen un acuerdo político de libre asociación con Nueva Zelanda, país con el que tienen fuertes vínculos culturales.
El principal centro turístico de Islas Cook es Rarotonga, con maravillosas playas, magníficos hoteles y bungalós sobre el agua.
Los mexicanos se sentirán como en casa en Islas Cook, ya que los lugareños suelen cocinar en el nell’umukai, un horno cavado en el suelo donde los pescados, carnes y vegetales se asan en hojas de plátano.
¿Listo para imaginar que eres un Robinson Crusoe del siglo XXI en Islas Cook? Lo bueno es que tú no pasarás 28 años de aislamiento como el célebre personaje de novela, sino unas espectaculares vacaciones de algunas semanas.
7. Las islas de Dalmacia, Croacia
En el Mar Adriático, frente a la costa continental de Croacia, están las islas dálmatas, encantadora mezcla de relajados encantos y rica historia.
Los pueblos isleños son pintorescos y están salpicados de acogedoras posadas, pequeños hoteles boutique y restaurantes típicos con espléndidas vistas hacia el mar espumoso.
La isla de Brac cuenta con la famosa playa de Zlatni Rat y con un excelente vino croata que ya era alabado por Plinio el Viejo en tiempos del Imperio Romano, sin dejar atrás sus quesos.
Otra de las islas favoritas de los turistas es Hvar, la “Madeira del Adriático”, con sus preciosas calas, templos góticos y su aire perfumado por los aromas de la lavanda y el romero.
Korcula es una isla dálmata con casas blancas de techos rojos y playas de aguas cristalinas, en la que puedes visitar la rústica vivienda medieval en la que, según los lugareños, nació el célebre viajero Marco Polo.
Mljet es una isla boscosa de origen volcánico, con numerosos barrancos y desfiladeros, y varios lagos salados que se forman en las depresiones situadas por debajo del nivel del mar.
8. Kauai, EE.UU
La más antigua de las volcánicas islas hawaianas es también llamada la “Isla Jardín”. De los montes que ocupan la parte central de la isla bajan corrientes formando cascadas entre los acantilados de lava y la embriagadora fragancia de las flores tropicales.
La belleza de la isla es una combinación de su flora exuberante por las abundantes lluvias, las aterciopeladas crestas rocosas empujadas hacia arriba desde el fondo del océano por los movimientos tectónicos y las espectaculares playas del perímetro costero.
El Monte Kawaikini, con 1.598 metros sobre el nivel de mar, y el Monte Waiʻaleʻale, de 1.570 msnm, son los puntos más elevados de Kauai y están entre los lugares más lluviosos del mundo, con precipitaciones de hasta 17.300 mm.
Por debajo de la superficie del mar, de color azul cobalto, nadan infinidad de tortugas y peces tropicales por entre los arrecifes coralinos, haciendo las delicias de buceadores y nadadores de todo el mundo.
Kauai se mueve a un ritmo más relajado que otras islas hawaianas y sus edénicas costas, como la de Na Pali, son un regalo para los 5 sentidos.
9. Fiyi
Fiyi o Fiji es un grupo insular que cumple con todos los requisitos para ser catalogada como la “isla de la fantasía”.
Sus playas de arena blanca y tersa, aguas azul turquesa y arrecifes de coral, son fantásticas para bucear, surfear, pescar o sencillamente descansar.
La isla más grande de Fiyi es Viti Levu, en la que se asienta Suva, la capital del país. En Suva se mezclan atractivas edificaciones de arquitectura colonial y moderna, y es el lugar ideal de Fiyi para correrse una noche de antros y bares en un ambiente de total seguridad.
Taveuni es llamada la “isla jardín” de Fiyi por su variada y hermosa flora. Por Taveuni pasa el meridiano de 180°, que es la línea imaginaria internacional de cambio de fecha.
En Fiyi no puedes dejar de degustar el Lovo, un platillo de carnes, pescados y verduras dulces, preparado con un sistema parecido al de la barbacoa mexicana. También preparan un delicioso ceviche salseado con una crema de coco.
10. Capri, Italia
Esta isla del Mar Tirreno en el Golfo de Nápoles, está llena de encantos. La Gruta Azul es una asombrosa cueva en la que el mar es de un color azul intenso y en la que los visitantes ensayan sus facultades como cantantes de ópera para probar la acústica del lugar.
El casco antiguo de la ciudad de Capri está vedado a los coches, por lo que es muy placentero caminar por el puro relax o entrar a las tiendas a comprar un artículo de una exclusiva marca italiana, o sentarse a disfrutar de un café frente a la popular Piazzetta.
Una de los lugares históricos más famosos de Capri es Villa Jovis, levantada por orden del emperador Tiberio como casa de retiro y en el que vivió sus últimos 11 años.
Igualmente, las residencias de descanso de Julio César y de Augusto testimonian la importancia de Capri para los grandes personajes del Imperio Romano.
Desde el Monte Solaro de Anacapri, una elevación de 586 metros de altura, se tienen las vistas más maravillosas de la isla y del golfo.
En la zona de Anacapri hay que darse también una vuelta por la Cartuja de San Giacomo, una construcción del siglo XIV de belleza sobrecogedora, localizada en lo alto al borde del mar; la Casa Rossa, con una interesante exposición de piezas arqueológicas; y el Castillo Barbarroja, testigo de la invasión de la isla por el célebre pirata.
11. Santa Lucía
Santa Lucía es una de esas islas a las que no vas solo por sus playas, ya que, aparte de sus bellos arenales, ofrece otros encantos, como sus imponentes picos volcánicos de paisajes exuberantes y espectaculares panorámicas, sus cascadas, sus aguas termales y sus pintorescos pueblos caribeños.
El símbolo geográfico de la isla son las Montañas Pitons, dos elevaciones de más de 700 msnm que aparecen en la bandera nacional y en todos los folletos turísticos; uno de las Pitons representa a la raza negra y la otra a la blanca.
Las amplias playas de Santa Lucía están sombreadas por esbeltos cocoteros y en ellas se encuentran instalados cómodos resorts que atraen a los turistas durante la temporada más fría del hemisferio norte, particularmente entre diciembre y abril.
La capital, Castries, es tocada anualmente por decenas de cruceros y la localidad de Soufriere, aparte de sus bonitas playas, cuenta con un jardín botánico con unos baños sulfurosos que hicieron las delicias de una joven Josefina, antes de convertirse en la esposa de Napoleón Bonaparte.
La herencia tanto amerindia, como africana, británica y francesa de Santa Lucía produjo un interesante sincretismo gastronómico, en el que se funden los pescados y mariscos, las carnes de tierra y las frutas y verduras tropicales.
12. Ko Phi Phi, Tailandia
El paisaje del pequeño archipiélago tailandés de Ko Phi Phi está presidido por sus robustos picos de piedra caliza que se elevan desde el borde de las cálidas aguas que lamen las playas de perfectos tonos de azul, con el calor atenuado por las palmeras.
En 2000, el actor Leonardo DiCaprio y el director Danny Boyle ayudaron a Ko Phi Phi a situarse en las pantallas mundiales con la película La playa. Cuatro años después, el archipiélago fue azotado por el terrible tsunami de 2004, del que ya se ha recuperado.
Ko Phi Phi Don es la única isla habitada del grupo insular y desde allí parten excursiones de un día a las hermosas islas de los alrededores.
Ko Phi Phi es frecuentada por los entusiastas del buceo, la natación y otros deportes acuáticos, que van a sus playas a disfrutar de las nítidas aguas.
Monkey Beach es un hermoso paraje en el que los principales vacacionistas son los monos, que alegran la jornada con sus saltos y ruidos, esperando que los visitantes se descuiden para tomarles sus botellas de agua y gafas de sol.
13. Islas Whitsunday, Australia
Las Whitsunday, un grupo de 70 islas localizadas en la Gran Barrera de Coral, son la versión australiana del archipiélago caribeño más encantador.
Los dos pasatiempos favoritos en las islas son la vela y el buceo en los arrecifes coralinos colmados de fauna marina.
Por la fragilidad de los ecosistemas, la zona está protegida a través de un sistema de 6 parques nacionales.
Algunas de las islas tienen circuitos de senderismo y densos bosques tropicales en los que se internan los aficionados a la exploración.
La playa de Whitehaven ofrece unas radiantes arenas de sílice frente a un mar de bellos tonos turquesas.
Los alojamientos en las Islas Whitsund van desde los campamentos para mochileros frente a las playas, hasta espacios para ecoretiros y hospedajes de lujo.
Si deseas casarte en un lugar a la vez flamante y exótico, las Islas Whitsunday son el sitio apropiado. Las islas son el destino romántico más importante de Australia, con los mayores índices de propuestas de matrimonio y lunas de miel por metro cuadrado en todo el enorme país oceánico.
14. Cerdeña, Italia
Los sardos están totalmente orgullosos de sus playas de arena blanca, de sus picos escarpados que hacen de rocosos centinelas de las hermosas calas y de sus tesoros arqueológicos.
En la antigua ciudad fenicia y romana de Tharros se conservan unas esbeltas columnas frente al Golfo de Oristano, así como las ruinas de antiguos baños y de los cimientos de un templo pagano.
La capital sarda, Cagliari, cuenta con bellas edificaciones, ruinas milenarias como el Anfiteatro Romano, y un interesante Museo Arqueológico.
En la pequeña ciudad de Sácer destacan la ciudad vieja, la Universidad Turritana, el palacio ducal, el duomo de San Nicolás y la fuente del Rosello.
La Garganta de Gorropu es uno de los cañones más profundos de Europa, con puntos en los que llega a 500 metros de altura.
Los practicantes de los deportes extremos sienten en Gorropu un silencio sobrecogedor, solo alterado por la caída de algunas cascadas y el sonido de las especies de fauna.
En Alguer, también llamada Barceloneta por haber sido repoblada durante la Edad Media por colonos catalanes, las murallas, torres y fortificaciones parecen halar a la localidad hacia el medioevo. Sin embargo, Alguer es muy animada por ser ciudad universitaria.
15. Cozumel, México
La Tierra de las Golondrinas ofrece su embrujo maya y caribeño y sus fantásticas playas a solo 62 km de Cancún.
Si puedes planificar a placer tu viaje a Cozumel, te recomendamos que lo hagas en carnaval para que disfrutes tanto de los atractivos naturales y arqueológicos de la isla, como de sus alegres fiestas carnavalescas, llenas de colorido, en las que se mezclan tradiciones paganas y cristianas.
Otra importante fiesta cozumeleña es la Feria del Cedral, que tiene lugar entre finales de abril y principios de mayo para celebrar a la Santa Cruz.
El Parque Nacional Arrecifes de Cozumel es un bello sector del Gran Arrecife Maya y un paraíso para los practicantes del buceo, el snorkel y la natación, por la riqueza de su vida marina.
El sitio arqueológico más importante de Cozumel es el de San Gervasio, en el que se veneraba a la diosa Ix Chel, deidad maya del amor y de la fertilidad.
En correspondencia con la amorosa mitología cozumeleña, la Isla de la Pasión es una islita cercana a Cozumel en la que los mexicanos más románticos van a casarse con la convicción de que la diosa les deparará una apasionada existencia.
Si no quieres oír de matrimonio y todo lo que deseas es una espléndida playa para descansar, tomar el sol y beber cocteles tropicales, en Playa Palancar, Chankanaab y Playa Chen Río tienes justo lo que necesitas.
Punta Chiqueros es un sector de la isla casi deshabitado con una playa larga de nítidas aguas y un arenal de suave textura.
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16. San Bartolomé
Esta isla francesa en el Caribe, también llamada San Barth, es tan bella y discreta, que se ha convertido en refugio de estrellas de cine y magnates de todo el mundo.
En la costa de San Bartolomé se encadenan playas de hermosos contornos, sombreadas por palmeras y dotadas de rústicas palapas con techo de palma, con las verdes colinas cercanas ofreciendo un marco protector.
San Bartolomé fue uno de los pocos territorios americanos gobernados por Suecia, reino que administró la isla entre los siglos XVIII y XIX. La ciudad capital se llama Gustavia precisamente en honor del rey Gustavo III de Suecia.
Gustavia es el mejor lugar de la isla para los turistas que buscan su comida internacional favorita y sus exclusivas boutiques son para palidecer por el renombre de las marcas, aunque también por los precios.
La cocina de San Barth es predominantemente francesa, fresca y ligera, que puedes maridar con los mejores vinos de Borgoña, Burdeos y demás regiones vinícolas del país madre.
El arte culinario criollo también tiene su espacio en San Bartolomé, con sabrosos platillos como el cangrejo relleno, la morcilla de pescado, la chrsitophine, que es una legumbre de consumo común en las Antillas y los buñuelos o accras.
Si tu problema no es el dinero, la seductora y muy privada isla de San Bartolomé es el destino caribeño más glamoroso que te puedas imaginar ¡Ya sabes que es cara!
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