El pulque, el mezcal y el tequila, no son las únicas bebidas típicas de México, un país con una rica tradición de auténticos y excitantes licores de arraigo popular.
Conozcamos en este artículo cuáles son las 12 bebidas típicas de México que deberías probar al menos una vez en la vida.
1. Licor de Capulín
Comencemos con el considerado “manjar de los dioses”, el licor de Capulín.
El capulín o cerezo de Virginia es un arbusto proveniente de Norteamérica que se adaptó a los suelos mexicanos. Su cereza o capulín va del rojo brillante al negro y es menos ácida cuando está más madura y oscura.
Los capulines han sido tradicionalmente utilizados en México para preparar aguardientes medicinales en el tratamiento de afecciones pulmonares, gripe, tos e infecciones urinarias (cistitis).
Las ramas, hojas y corteza del arbusto, también se aprovechan para remedios contra la diarrea, fiebre y catarros, porque el capulín tiene propiedades sedantes, digestivas, antiespasmódicas, antiasmáticas y aromatizantes.
El licor de capulín es fácil de preparar en casa. Se hace con el jugo de las bayas, aguardiente de caña, azúcar y agua.
Hierve los capulines en agua hasta que se deshagan. Remueve constantemente la mezcla. Baja el fuego mientras agregas azúcar y el aguardiente, esperando a que quede una preparación uniforme. Envasa tras enfriar.
Los conocedores recomiendan esperar 24 horas para sentir todo su sabor.
2. Yolixpa
Yolixpa es una emblemática bebida del Pueblo Mágico poblano de Cuetzalan, que comenzó como una fusión entre las tradiciones herbolarias de los indígenas de la Sierra Norte de Puebla y el aguardiente de caña que empezó a destilarse con la llegada de los españoles.
Hay muchas variantes de yolixpa en Cuetzalan por las más de 30 hierbas que puede llevar la preparación, incluyendo menta, hierbabuena, salvia, albahaca, hinojo, ruda, té de limón, ajenjo, orégano, tomillo y maltanzin, esta última tradicionalmente utilizada contra los sustos.
Las hierbas se ponen dentro de una mezcla de aguardiente blanco con agua pura. Adoptan un color verde característico del yolixpa.
En sus comienzos fue un remedio de curanderos indígenas serranos para mantener caliente al cuerpo en medio de las heladas de la Sierra Norte. Con el aguardiente entró a la categoría de bebidas recreativas y actualmente es ingerida en restaurantes poblanos y mexicanos como líquido digestivo.
El “todopoderoso”, como es llamado en Puebla, tiene en su versión más auténtica un fuerte y amargo sabor que es mitigado en las preparaciones comerciales con miel, piloncillo y otros endulzantes y saborizantes.
3. Balché
Los antiguos mayas utilizaron una leguminosa de nombre balché para hacer la bebida alcohólica del mismo nombre.
Este embriagante hidromiel se sigue haciendo por fermentación en la Península de Yucatán, llenando una canoa-bebedero con agua y el almíbar de la leguminosa y añadiendo trozos de corteza y raíces del árbol de balché.
Los indígenas yucatecos lo beben en sus rituales porque creen le atribuyen poderes mágicos.
Durante la conquista y evangelización cristiana de Yucatán, los españoles lo prohibieron al darse cuenta de la importancia que los nativos le daban a las bebidas alcohólicas mexicanas en sus ceremonias.
Según la leyenda, el maya Chi argumentó ante los españoles que el balché tenía poderosas propiedades medicinales y que debido a la prohibición muchos indígenas estaban muriendo.
Seguramente los indios perecían por las enfermedades llevadas por los europeos, principal causa de mortalidad en América durante la colonia, pero el argumento funcionó y los ocupantes levantaron la veda al balché para beneplácito de los mayas.
4. Raicilla
Entre las auténticas bebidas mexicanas la raicilla es una de las poco conocidas. Se elabora en la parte occidental de Jalisco a partir de dos especies de agave, el Agave inaequidens y el Agave maximiliana, llamados, agaves raicilleros.
Son más pequeños que los agaves pulqueros y mezcaleros y que el agave azul del tequila, con piñas de unos 25 kilos.
Los destilados de raicilla se empezaron a elaborar en Jalisco en el siglo XVII y fue la bebida predilecta de los mineros que trabajaban en las minas de la Sierra Madre Occidental.
Técnicamente es un mezcal de sabor fuerte y definido llamado raicilla, para eludir los impuestos coloniales con una denominación diferente.
Por mucho tiempo fue considerado un mezcal de segunda, hasta que la organización y sistematización de la producción trajo marcas que cuidan la calidad de los procesos de producción del agave y de destilación de la bebida.
Hay más de 15 localidades jaliscienses que producen raicilla, incluyendo Puerto Vallarta, Talpa de Allende, Mascota y San Sebastián del Oeste. Los sabores varían de una región a otra. Es vendida en 4 categorías: blanco, joven, reposado y añejo.
5. Damiana
La damiana es un arbusto americano de bonita floración amarilla, también llamado hierba de la pastora, oreganillo, hierba del venado, rompe camisa macho y pastorcilla.
En México crece silvestremente en casi todo los estados y sus hojas son utilizadas con propósitos medicinales y otros fines.
En la Península de Baja California se elabora un licor de damiana que proviene de la cultura guaycurá, con propiedades relajantes, digestivas y afrodisíacas.
Para la preparación se mezcla aguardiente blanco de caña de azúcar con un extracto de las hojas de damiana, el cual aporta al alcohol sus refrescantes notas hierbales.
La damiana se da de manera silvestre en Baja California Sur y no es difícil encontrar este ramificado arbusto entre los cactus.
También es utilizada como hierba aromática en la preparación de algunos platillos tradicionales sudcalifornianos.
El licor de damiana se bebe al natural, con hielo y en deliciosos cocteles. La crema es utilizada para hacer varias bebidas y tiene fama de ser excelente como digestivo.
Si no conoces la damiana estrénate con este exótico sabor mexicano en tu próximo viaje a Baja California Sur.
6. Charanda
El aguardiente típico de Michoacán elaborado a partir de caña de azúcar que se cultiva a más de 1500 metros sobre el nivel del mar, altitud con la que gana mayor cantidad de azúcar.
Su producción no se diferencia a la del ron común mediante ebullición, fermentación, destilación y maduración. Lo que distingue a la charanda son los sabores particulares que los suelos volcánicos michoacanos le aportan al jugo de caña y la calidad del agua, lo que lo convierte en un ron especial.
El charanda ha ganado espacio en el mercado de las bebidas tradicionales de México aprovechando la ventaja del ciclo de producción más corto de la caña, respecto a los agaves.
Es el emblema de la región michoacana en torno a Uruapan, abarcando 16 municipios con altitudes por encima de 1600 msnm.
La producción artesanal de charanda comenzó a mediados del siglo XIX y el nombre proviene del Cerro La Charanda, en Uruapan.
7. Tuba
Si quieres probar algo realmente exótico, tómate una tuba, bebida que preparan en muchos países con climas tropicales, incluyendo México.
La materia prima se obtiene de la palma de coco, cortando el racimo justo antes de la apertura de las flores. El líquido que gotea se recoge en un recipiente y se pone a fermentar, ganando una bebida alcohólica similar al pulque.
Se puede consumir puro o mezclado con frutas. La tuba es típica de Colima, Guerrero y Nayarit. Los vegetales más usados para la mezcla son flor de Jamaica, manzana, pepino, nueces molidas, cacahuate y otros frutos secos.
En África es conocida como Legmi, en el sur de India es llamada kallu y en Sri Lanka, Birmania y Borneo, se denomina bahar.
8. Bacanora
Destilado que tomó el nombre del municipio sonorense de Bacanora, aunque la denominación de origen introducida en el año 2000 abarca a 35 entidades municipales de Sonora.
Se elabora con la variedad de Agave vivipara, también llamado maguey divino, espadilla y theometl de México.
La primera mención con su actual denominación data de los años 1880, cuando un viajero francés anotó que había intercambiado tragos de coñac con unos mexicanos, que le dieron a beber un mezcal al que llamaban bacanora.
Es casi seguro que cuando llegaron los españoles los indígenas ya hacían una bebida fermentada con el agave señalado y que los conquistadores y evangelizadores utilizaron sus alambiques para destilarla.
El gobierno mexicano emitió en 2005 la norma que regula la elaboración, envasado y etiquetado de Bacanora.
Se bebe como cualquier mezcal, seco o en combinaciones, aunque suele tener una graduación alcohólica ligeramente menor que la de los mezcales, pero mayor a la del tequila.
9. Pox
El Pox o Posh es un destilado que tiene sus orígenes en una bebida fermentada por los mayas, con especies de maíz endémicas de Chiapas.
Con la llegada de los alambiques empezó a destilarse en los Altos de Chiapas y de un mosto procedente de maíces criollos chiapanecos, el jugo de caña de azúcar (o panela con agua) y trigo, especialmente en San Cristóbal de las Casas y San Juan Chamula.
Sigue siendo utilizado por la medicina tradicional, así como en ceremonias y ritos religiosos, familiares y de sanación.
Pox significa “medicina” o “curación” en la lengua maya (tzotzil) de los Altos de Chiapas. Era empleado como sedante, remedio contra las picaduras de serpientes venenosas y para aliviar los dolores en las articulaciones. También era usado para purificar la sangre y como estimulante del sistema digestivo.
En la tienda, La Posheria, de San Cristóbal de las Casas, puedes probar varias versiones de Pox con distintas graduaciones alcohólicas.
Una manera de tomarlo es mezclándolo con fruta y dejándolo reposar durante un año. Tras la espera se retira la fruta quedando un licor llamado mistela.
10. Sotol
El sotol es otra de las bebidas típicas de México casi desconocidas hasta hace pocos años. Quiere hacerse un espacio entre los destilados de agaves y tiene denominación de origen en los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila.
Al igual que sus destilados hermanos y más famosos, el tequila y el mezcal, es de alta graduación. Se produce en el rango de 38 a 45 grados.
La especie de agave utilizada para el sotol es la Dasylirion wheeleri, que es endémica de las zonas desérticas del norte de México y del sur de Estados Unidos.
Los indígenas rarámuris llaman a esta planta sereque y la utilizan desde hace varios siglos en la producción de sotol por fermentación.
La producción de sotol es artesanal con el proceso de cocción en hornos de leña excavados en la tierra, lo que confiere al mosto un agradable sabor ahumado y terroso.
Se vende en 4 edades (blanco, joven, reposado y añejo) y se bebe de la misma forma que cualquier mezcal, solo o en cocteles.
11. Xtabentún
Licor de procedencia maya que se elabora con la miel de las abejas que liban el néctar de las flores de Xtabentún, planta también llamada coaxihuitl, ololiuqui y bado. Esta produce flores blancas acampanadas y ricas en un néctar que origina una miel aromática y clara.
El origen de la bebida está ligado a una leyenda maya sobre una mujer llamada Xtabay que trabajaba de prostituta, por lo que era despreciada pese a ser muy generosa y solidaria.
Xtabay murió y su cuerpo desprendía un exquisito perfume. Fue enterrada y al día siguiente su tumba amaneció cubierta de hermosas flores blancas de Xtabentún, que emitían el mismo aroma de la mujer.
Al licor de Xtabentún se le añade anís y se bebe al natural, refrigerado o con hielo, frecuentemente como digestivo acompañando el café.
La semilla de Xtabentún contiene amida de ácido D-lisérgico (LSA), un alcaloide de propiedades alucinógenas.
12. Torito veracruzano
El torito nació en Veracruz cuando mucho tiempo atrás los jornaleros, buscando un estimulante que les ayudara a terminar sus extenuantes días de trabajo, combinaron alcohol de caña con la fruta que tuvieran a mano.
El experimento fue tan satisfactorio que se sentían fuertes como toros para seguir trabajando, lo que sugirió el nombre de la bebida.
Las recetas fueron pasando por generaciones y fue por muchos años una bebida artesanal hecha para consumo propio y agasajar a los amigos, hasta que en 1938 se estableció en Boca del Río, La Chata, un establecimiento para preparar y vender el torito.
Los frutos más populares para hacer el torito son cacahuate, mango, coco, fresa, café y nanche. También lo hacen de chocolate y cajeta.
Los toritos de La Chata llevan azúcar, leche y un ingrediente secreto que supuestamente le da el toque final a la refrescante y sabrosa bebida, que se toma con mucho hielo en un vaso pequeño.
Comidas y bebidas típicas de México
Los mexicanos tienen una gran variedad de platillos que hacen de su gastronomía una de las más ricas del planeta.
Los tacos, enchiladas, fajitas, tamales, quesadillas y burritos, son una variedad de deliciosos sabores, aromas y texturas, realzados por salsas como el guacamole.
La bebida nacional es el tequila y otras bebidas típicas son mezcal, pulque y varios licores hechos con frutas y otros componentes vegetales.
Bebidas tradicionales de Jalisco
El tequila es jalisciense y en el municipio de Tequila se celebra la feria nacional de la bebida.
La raicilla es un mezcal simbólico de Jalisco, aunque se produce en menor cantidad que su hermano mayor.
Entre las bebidas sin alcohol preferidas en Jalisco están las aguas frescas de cítricos y otras frutas, así como el tejuino preparado con maíz no fermentado y piloncillo, que los jaliscienses beben poniéndole sal, limón y chile piquín.
Bebidas típicas de la Ciudad de México
La CDMX representa muy bien los gustos nacionales en cuanto a comidas y bebidas.
Los chilangos beben tequila, cerveza, pulque, mezcal y los vinos de varias regiones vitivinícolas del país.
Las aguas frescas de horchata, Jamaica, piña y tamarindo, son favoritas de los mexiqueños para acompañar sus platillos típicos como los tacos al pastor y los huaraches.
Bebidas alcohólicas mexicanas tradicionales
La más tradicional es el pulque, que es de origen prehispánico ya que el tequila y el mezcal, las otras dos estrellas de la trilogía de grandes bebidas típicas de México, tuvieron que esperar hasta el siglo XVI por las técnicas de destilación traídas por los españoles.
La producción de vino en México también comenzó en el siglo XVI y algunas de las grandes marcas nacionales de cerveza ya tienen más de 120 años refrescando el paladar de los mexicanos.
Bebidas típicas del estado de México
En las ciudades y pueblos mexiquenses subsisten cantinas tradicionales en las que es posible degustar un pulque blanco o uno curado con guayaba, melón y otras frutas.
Otras bebidas tradicionales del estado son el sendecho, a bases de maíz germinado y piloncillo, que se fermenta con pulque y la garañona, licor herbal estandarte del pueblo mágico de Metepec.
Bebidas típicas de Chihuahua sin alcohol
En Chihuahua son fanáticos de las mismas aguas frescas que gustan en todo México, como las de Jamaica, horchata y limón.
Dado que en el estado más grande de México se dan excelentes manzanas, duraznos, chabacanos, pérsimos (caquis), membrillos y cerezas, los jugos hechos con estas frutas tienen una frescura y sabor especial.
Si quieres algo más fuerte, pide un sotol, producido por los rarámuris desde hace varios siglos con el agave sereque.
Bebidas refrescantes mexicanas con alcohol
El liderazgo de las bebidas mexicanas refrescantes y con alcohol lo ejercen el coctel Margarita y la Piña Colada. El primero es refrescado por el limón y el hielo y la segunda por el jugo de piña, la crema de coco y también rocas de hielo.
¿Has probado algunas de estas bebidas típicas de México? Si no es así, esperamos que muy pronto puedas degustarlas, de preferencia viajando a sus lugares de origen.
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