Excelentes hoteles, magníficos restaurantes, los mejores vinos del país y mucha diversión, aguardan por ti en el Valle de Guadalupe. Estas son nuestras 15 recomendaciones para tu estancia en el encantador territorio bajacaliforniano.
1. Hospédate en un hermoso y lujoso hotel Boutique del Valle de Guadalupe
El Valle de Guadalupe está repleto de viñedos y salpicado de espléndidos hoteles en total armonía con el encantador entorno natural.
Uno de ellos es el Hotel Hacienda Guadalupe, un acogedor hospedaje estilo boutique situado en Ensenada, frente al Museo del Vino. Dispone de 12 exclusivas habitaciones con terraza privada, piscina, bar y un exquisito restaurante.
El Hotel Boutique Valle de Guadalupe, aparte de encontrarse cerca de las principales vitivinícolas del valle, cuenta con excelentes panorámicas y una de las mejores cavas de vino de la región.
El Hotel Encuentro Guadalupe es otra extraordinaria opción de alojamiento en el valle, en el km 75 de la carretera que va de Tecate a Ensenada. Sus habitaciones son de primera y la gente del hotel se desvive porque nadie te moleste, por lo que en los cuartos no hay ni TV ni teléfono.
La lista de fantásticos alojamientos en el Valle de Guadalupe es muy amplia, pero es indispensable recomendar también a Posada Inn Misión de Guadalupe, Posada Cuatro Cuartos, Hotel Adobe Guadalupe, Terra del Valle y Bruma, lee nuestro artículo sobre los mejores hoteles de lujos del Valle de Guadalupe.
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2. Visita el Viñedo El Cielo
El Cielo es un proyecto ecoturístico del Valle de Guadalupe iniciado en 2013 por los emprendedores Gustavo Ortega Joaquín y su esposa, Daly Negrón, al que después se unieron José Luis Martínez y su mujer, Lolita López Lira.
El desarrollo cuenta con un viñedo de casi 30 hectáreas en el que están plantados 12 varietales, además de vinícola, restaurante, boutique, cafetería y club de vino, estando en proyecto un hotel boutique.
Entre los varietales están Chardonnay, Merlot, Cabernet Franc, Sauvignon Blanc, Zinfandel, Tempranillo, Grenache, Syrah, Nebbiolo y Sangiovese, amplitud que otorga a la vinícola una gran elasticidad para el ensayo de mezclas y la producción de vinos tanto clásicos como innovadores.
El Cielo tiene igualmente una plantación de olivos y un huerto orgánico en el que se cultivan las hortalizas, verduras, hierbas aromáticas y frutos que se utilizan en el restaurante.
La vinícola tiene una construcción y un equipamiento totalmente amigable con el medio ambiente y ha sido premiada por su comportamiento conservacionista.
Lee la guía de El Cielo, Valle De Guadalupe
3. Recorre Barón Balché
Esta bodega guadalupana, obra del laborioso y visionario Juan Ríos, etiqueta algunos de los caldos más prestigiosos del valle, que es como decir de México.
Rincón del Barón y Barón Balché, primer gran éxito de la casa, entraron en escena entre 2001 y 2003, en medio de un arduo trabajo de la bodega para entrenar al personal de sus primeros clientes (hoteles, restaurantes y vinaterías) en el correcto tratamiento de los vinos.
Luego llegó la serie Balché Premium, cuyos dos máximos estandartes son Balché Cero Premium y Balché Tres Premium.
El Balché Tres Premium es un vino rojo granate 100% Merlot, vigoroso y de final armonioso, ideal para acompañar un buen cordero o un jugoso filete. Para hacerlo no tienes que ir muy lejos, ya que la casa abrió en 2014 el Restaurante Tahal.
El restaurante, abastecido desde el huerto propio, es una encantadora casona rústica en la que solo se han hecho a la modernidad las concesiones indispensables para asegurar el confort de los clientes.
Lee la guía definitiva de Barón Balché
4. Conoce Monte Xanic
Monte Xanic es otra de esas historias de pioneros del valle, que ven verdes vides en un paraje en el que solo hay desolación.
En 1987, Hans Backhoff compró el terruño, cuya único guiño al optimismo era un pequeño lago en el que su hijo Hans Jr, que lo acompañaba en la travesía, solo quería pescar.
Monte Xanic ya pasó a manos de Hans Backhoff Jr. y se ha establecido firmemente como una casa de excelentes vinos, como el Gran Ricardo Magnum, soberbio producto de una mezcla 65/25/10 de Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot.
El Gran Ricardo Magnum pasa 18 meses en barricas de roble francés y es de un un bello color granate con tonalidades rubíes, suave, envolvente, de fresca acidez y de cuerpo aterciopelado.
Entre los grandes blancos de la bodega guadalupana se encuentran el Chenin-Colombard, el Monte Xanic Chenin Blanc Cosecha Tardía y el Chardonnay.
Lee nuestra guía de Monte Xanic
5. Visita el Viñedo Las Nubes
Otra parada obligada de la Ruta del Vino del Valle de Guadalupe es Viñedos Las Nubes, vitivinícola localizada en el Ejido El Porvenir.
El proyecto comenzó en 2008 con 12 hectáreas de Nebbiolo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Garnacha, Carignan y Tempranillo.
Luego se añadió Syrah y más Tempranillo, hasta completar un viñedo de 19 hectáreas del que salen vinos regularmente premiados en los concursos del sector.
La máxima etiqueta de la casa es el Nebbiolo, único vino de la bodega elaborado sin mezcla de varietales. Es un caldo oscuro y potente, con gusto en boca a higos y pasas.
Otra joya de la vitivinícola es el Nimbus, un tinto intenso y espeso, elaborado con Merlot, Cabernet Sauvignon y Tempranillo.
Entre los blancos de Viñedos Las Nubes sobresale el Kuiiy, una mezcla de Sauvignon Blanc y Chardonnay, que da un vino con un ligero aroma a manzana y un gusto cítrico, seco y agradable, ideal para acompañar un ceviche.
Lee nuestra guía de Viñedo Las Nubes En Valle de Guadalupe
6. Visita L.A. Cetto
Un viaje al Valle de Guadalupe nunca estará completo sin conocer L.A. Cetto, la casa fundada en 1928 por Don Angelo Cetto, gran pionero de la industria vitivinícola guadalupana.
Fue Don Angelo el primero en apreciar que las tierras áridas y con suaves elevaciones, mediterráneas entre el Océano Pacífico y el Mar de Cortés, eran buena cuna para la uva noble.
L.A. Cetto tiene actualmente el catálogo de vinos más amplio del valle, con rótulos en todas las categorías, incluyendo generosos y destilados.
Entre las etiquetas hay que mencionar los tintos de las Reservas Privadas, los tintos Don Luis, el blanco Don Luis, el espumoso Champbrulé Brut, los tintos de las Reservas Conmemorativas, el generoso Passito y la Grappa, un destilado.
L.A. Cetto cuenta con cavas en Ensenada, Tijuana y Ciudad de México, y los recorridos de la vitivinícola te llevan por todas las fases del fascinante mundo del vino.
Lee nuestra Guía de L.A. Cetto
7. Sumérgete en los museos del valle
El primer muso que debes conocer en el Valle de Guadalupe es el de la Vid y el Vino, ubicado en la carretera federal Tecate – Ensenada, a la altura del km 81.
Se trata del museo más completo del país sobre la actividad vitivinícola, comenzando en el viñedo y continuando con las demás fases del proceso, con exhibición de distintos equipos y herramientas que se han utilizado en la vendimia y la vinificación a lo largo del tiempo.
La experiencia de la industria vinícola en Baja California, desde sus comienzos totalmente artesanales y a pequeña escala, hasta la dimensión industrial del negocio, son interesantes facetas enseñadas también en el museo.
Otra atrayente muestra museística del valle es la que ofrece el Museo Comunitario Ruso, a partir de la experiencia vivencial de una comunidad de colonos de esa procedencia, asentada en el Valle de Guadalupe a principios del siglo XX.
El museo funciona en una casa de 1905, muestra los rasgos culturales de los inmigrantes rusos y ofrece algunos platillos de su gastronomía en un pequeño restaurante.
Lee nuestra guía de los TOP 22 Viñedos De Valle De Guadalupe Que Tienes Que Visitar
8. Conoce el Salto de Guadalupe y el Zoológico
Tu visita al Valle de Guadalupe estará llena de paseos por los viñedos y bodegas de la Ruta del Vino, degustaciones para maridar los excelentes néctares con algunas exquisiteces regionales y veladas de ensueño en los acogedores restaurantes de la comarca, pero también puedes disfrutar de algunos atractivos al margen de las uvas y el vino.
Una de estas atracciones es el Salto de Guadalupe, bella caída de agua a la que podrás llegar después de hacer un pintoresco recorrido.
En el salto puedes tomar magníficas fotos y practicar varios deportes al aire libre, como senderismo, escalada y descenso.
Si viajas con los chicos, el zoológico Parque del Niño ofrece la posibilidad de cambiar el “modo bodegas” por algo que guste más a los pequeños.
El zoo se encuentra en Ensenada y aparte de unos animales muy bien cuidados, tiene áreas de esparcimiento como parque, botes de pedales, toro mecánico, albercas y chapoteadero.
9. Deléitate con la gastronomía bajacaliforniana
El Valle de Guadalupe es el lugar perfecto para sumergirse en las delicias de los platillos y bebidas más representativos de la cocina bajacaliforniana.
En el ámbito de las grandes creaciones culinarias, la cocina Baja Med porta el estandarte regional, con su armoniosa fusión de elementos locales, mexicanos, mediterráneos y panasiáticos.
La península de Baja California es una larga lengua de tierra, encerrada entre el Pacífico y el Golfo de California, espacios marinos que proporcionan todas las especies imaginables para la buena cocina marinera.
El territorio peninsular es semi desértico, bueno para la uva pero no tanto para los demás cultivos. Sin embargo, hay zonas fértiles en las que se siembran hermosas parcelas de vegetales y se crían todo tipo de animales para la buena mesa que demandan los visitantes.
Desde los puestos callejeros que venden sabrosos tacos de pescado y almejas frescas con limón y pico de gallo, hasta los restaurantes elegantes que sirven exquisiteces de autor maridadas con los mejores vinos de la región, comer en el Valle de Guadalupe es un incomparable regalo a los sentidos.
10. Disfruta de los mejores restaurantes gourmet del Valle de Guadalupe
El Valle de Guadalupe no solo dispone de los mejores vinos para maridar una velada inolvidable; el cercano mar proporciona pescados, mariscos, moluscos y otras exquisiteces con total frescura.
La zona cuenta también con productores de quesos artesanales, hortalizas, verduras, frutas y otros productos vegetales y animales que garantizan una cocina de alta calidad.
Por si lo anterior fuera poco, grandes chefs mantienen encendidos sus fogones en los restaurantes del valle, combinando su talento culinario con los mejores productos de consumo.
En la carretera Tecate – Ensenada, a la altura del Km 83, se encuentra Finca Altozano, en el que te recomendamos probar sus incomparables chicharrones de curvina.
En el Fuego Cocina del Valle, en la Parcela 7 del Ejido El Porvenir, nuestra recomendación es el pescado del día, recién salido del mar; mientras que en La Esperanza BajaMed, en el km 73,5 de la Tecate – Ensenada, te sugerimos un chuletón gallego o un salmón a la brasa.
También son excelentes selecciones los restaurantes Hacienda Guadalupe, Almazara Gastrobar, Casta de Vinos, La Casa de Ladrillo, La Hacienda, Latitud 32 Steakhouse y Corazón de Tierra.
11. Disfruta de las playas y balnearios de Ensenada
Ensenada es la principal ciudad de la Ruta del Vino del Valle de Guadalupe y aparte de sus múltiples atractivos ligados al campo vitivinícola, cuenta con otros encantos, entre los que sobresalen sus playas y balnearios.
Después de tomarle el pulso a la ciudad, recorriendo sus arterias vitales, que son la Avenida López Mateos, más conocida como Calle Primera, y el Malecón, te sugerimos una jornada de playas, donde tienes para escoger entre arenales públicos y privados.
Las playas públicas más frecuentadas por lugareños y visitantes son El Punto y San Miguel, mientras que quienes prefieren la mayor tranquilidad de una playa privada, van a Mona Lisa y Estero Beach.
Si eres aficionado al surf, tu destino en el mapa son las playas del lado norte, como California Trailer, Stacks y San Miguel.
Si te apetece el agua dulce, con refrescantes albercas y chapoteaderos, más toboganes y lagunas para divertirte, tienes opciones como Albercas María Teresa, Las Cañadas, El Palomar y Los Cárdenas.
12. No dejes de ir a La Bufadora
A 35 km de Ensenada se encuentra este bufón con nombre de vaca furiosa, que fue perforado por la acción del agua del mar a lo largo de los milenios.
El agua entra y sale a presión por las chimeneas naturales abiertas en la roca, produciendo un espectáculo parecido a un geiser, por lo que alguna gente confunde el fenómeno con estas emanaciones de agua y vapor que salen de las profundidades de la tierra.
Según la mitología local, una ballena bebé que hacía su migración anual desde el norte, quedó aprisionada entre las rocas y estuvo lanzando su chorro de agua hasta que los dioses se apiadaron y la transformaron en roca.
En La Bufadora podrás tomar espectaculares fotos y comer churros con azúcar o un postre de fruta con salsa chamoy y chile espolvoreado, consumos que ya se han hecho casi rituales.
13. Llégate hasta Tecate
A 110 km de Ensenada por la Carretera Federal N° 3 se encuentra la pequeña ciudad de Tecate, extremo norte de la Ruta del Vino bajacaliforniana, al lado de la frontera con Estados Unidos.
La localidad de Tecate fue incluida en 2012 en el listado de Pueblos Mágicos mexicanos y es muy conocida por la famosa cervecería y marca de cerveza con el nombre de la ciudad.
La Tecate fue la primera cerveza envasada en México y puedes visitar la planta, que ofrece a los turistas un recorrido por el proceso de fabricación, terminando con una degustación en el Jardín de la Cerveza.
Otro atractivo de la ciudad es el Museo Comunitario, que cuenta la historia local desde los inicios de la civilización kumai hasta la Tecate moderna, pasando por la época de los ranchos.
Otras lugares de interés tecatenses son el Monte Cochumá, centro ceremonial de la etnia kumai; la Zona Arqueológica de Vallecitos y La Rumorosa, comunidad en la que se encuentran un parque eólico y el Cuartel Militar Campo Alaska.
14. Visita Rosarito
Otra localidad bajacaliforniana muy cercana al Valle de Guadalupe es Rosarito, situada a 87 km de Ensenada y a 20 km de Tijuana.
En Rosarito cuentas con maravillosas playas para descansar y tomar el sol, practicar tu deporte de mar favorito, beber sabrosos cocteles tropicales y botanear.
Si eres aficionado a la diversión conduciendo un todo terreno, los Arenales de Cantamar, situados sobre la carretera Tijuana – Ensenada, esperan por ti, con o sin vehículo.
En el Cerro El Coronel puedes hacer senderismo, pasear a caballo y observar la biodiversidad, mientras que los aficionados al cine pueden recordar a la legendaria película Titanic en el parque temático de Baja Studios Films, productora de la famosa cinta.
Finalmente, una visita a Rosarito siempre debe incluir el disfrute de una langosta estilo Puerto Nuevo, todo un clásico gastronómico nacional, que preparan en la comunidad que le dio el nombre a la receta.
15. No dejes de ir a Tijuana
Sería casi imperdonable que fueras al Valle de Guadalupe y no te detuvieras el tiempo suficiente en Tijuana, para respirar bien a fondo esta espectacular ciudad.
La ciudad más grande de Baja California es amable, alegre y cosmopolita, y la calidad de su infraestructura turística y de servicios al visitante, no tiene nada que envidiarle a los destinos mexicanos de primer nivel internacional.
Un acto ceremonial obligado en Tijuana es beber un cóctel Margarita y comer una ensalada César, ambos inventos locales y orgullo de los tijuanenses.
Tijuana es también una ciudad con mucha vida cultural, particularmente en lugares como el Centro Cultural Tijuana y unos cuantos museos.
Y no hay ciudad como Tijuana para correrse una noche de antros y bares. Por eso, sitios como Bar 20, Cheers Bar & Grill, Sótano Suizo, El Patio y Las Pulgas, casi siempre están repletos.
Esperamos que este listado de 15 cosas para ver y hacer en el Valle de Guadalupe haya sido de tu agrado. De todas formas, puedes sugerir otros lugares, para compartirlos con nuestra comunidad de lectores.
¡Para más información lee nuestra guía completa sobre el Valle de Guadalupe!: