España cuenta con extensiones naturales maravillosos en tierra y mar, y en todos sus puntos cardinales. Acompáñanos a conocer estas 15.
1. Picos de Europa
La primavera y el verano son un canto a la vida en los picos. Por eso son el segundo parque nacional más frecuentado de España, especialmente en esas estaciones. Sus tres macizos montañosos ofrecen una bella diversidad natural de elevaciones, valles, ríos y lagos, en perfecta armonía con la mano de sus habitantes, que viven principalmente de la ganadería. El lugareño más simpático de este espacio que ocupa territorios de León, Cantabria y el Principado de Asturias, es el rebeco cantábrico, un bóvido capaz de dar los saltos más espeluznantes en las escarpadas laderas de los picos. No dejes de probar los exquisitos quesos, especialmente el Cabrales, el Picón Bejes-Tresviso y el Gamonéu.
2. Lagos de Covadonga
En el macizo occidental de los Picos de Europa hay tres pequeños lagos de origen glacial, el Enol, el Ercina y el Bricial, conjunto que se ha dado a conocer internacionalmente por ser desde hace algunos años el punto de llegada de la etapa de montaña más dura de la Vuelta Ciclística a España. Grandes luminarias del ciclismo como el francés Laurent Jalabert, el colombiano Lucho Herrera y el español Pedro «Perico» Delgado, triunfaron extenuados y con ganas de irse a descansar viendo los hermosos lagos. Tú puedes ir sin ser ciclista profesional y disfrutar relajadamente de su belleza, observando las reses y los caballos pastar en sus orillas.
3. Los Encantados
Una vez, dos cazadores catalanes se saltaron la misa dominical porque querían cazar un corzo. La leyenda señala que como castigo por ausentarse del rito fueron convertidos en sendas piedras. De allí proviene el nombre de estos dos picos que se empinan por más de 2.700 metros. Constituyen uno de los principales retos en España para los practicantes de los deportes de escalada. Una magnifica vista de las elevaciones se tiene desde el Lago San Mauricio, un cuerpo de agua situado a 1910 metros de altitud, que recibe las aguas de varios ríos y torrentes del bello y agreste lugar.
4. Bardenas Reales
Si eres amante de los paisajes desérticos, tienes que ir a Navarra a ver las Bardenas Reales. Estas reservas naturales y de biósfera son curiosas formaciones geográficas como cerros, mesetas y barrancos, que el paso milenario del agua ha esculpido sobre el terreno, erosionando los suelos yesosos y arcillosos. Por el fondo de los barrancos corren ríos de temporada que continúan haciendo su milenaria labor de tallado con cada estación. Una de sus configuraciones más llamativas es el castildetierra, que parece un enorme faro pelado en medio de la aridez del horizonte. En el paisaje inhóspito viven pinos carrascos, coscojas, aves esteparias, aves rapaces, reptiles y otros valientes.
5. La Caldera de Taburiente
Es un parque nacional y reserva mundial de biósfera situado en la isla canaria de La Palma. Esta gran depresión es uno de los ecosistemas volcánicos más bellos y salvajes de España, con sus manantiales y riachuelos que forman infinidad de cascadas de distintas alturas y formas caprichosas. En el interior de la caldera crece la típica floresta canaria, la laurisilva, formada por una gran variedad de árboles, arbustos, plantas trepadoras y hierbas. Los habitantes más intimidantes son las arañas lobo y los ciempiés, aunque el ambiente se tranquiliza con las palomas bravías, las currucas capirotadas y los mirlos. Un lugareño reciente es el arruí, un carnero del Magreb introducido en varios ecosistemas españoles en la década de 1970.
6. Tablas de Daimiel
Las tablas fluviales son los ecosistemas que se forman especialmente en los cursos medios de los ríos cuando se desbordan en terrenos de escasas pendientes. Este humedal español situado en la provincia de Ciudad Real, entre los municipios de Villarrubia de los Ojos y Daimiel, es formado por la confluencia de las aguas de los ríos Guadiana y Ciguela, y es una de las reservas de fauna y flora más peculiares del país. Entre los juncales andan ánades reales, garzas reales y patos colorados. En las aguas, los peces autóctonos como el cachuelo y el barbo, tratan de sobrevivir ante el lucio, un invasor introducido por el hombre. Uno de los principales símbolos de Daimiel, el cangrejo patas blancas, está a punto de extinguirse.
7. Archipiélago de Cabrera
Este parque nacional marítimo-terrestre situado en el archipiélago balear es uno de los espacios vírgenes mejor conservados de todo el Mar Mediterráneo, favorecido por su aislamiento. Es un importante reservorio de aves y especies endémicas y ostenta la categoría de área protegida por distintas entidades regionales, nacionales e internacionales. Puedes acceder al parque abordando una de las golondrinas que hacen el trayecto desde las localidades costeras de Colonia de Sant Jordi y Portopetro. Es un lugar para observar la belleza del paisaje, practicar deportes submarinos, hacer senderismo y visitar las cuevas tierra adentro.
8. Monfragüe
Es un parque cacereño bañado por las aguas de los ríos Tajo y Tiétar. En una de las principales elevaciones del parque se conservan las ruinas del Castillo de Monfragüe, una fortaleza construida por los árabes durante el siglo IX. Otro atractivo es el Salto del Gitano, un mirador situado en el municipio de Torrejón el Rubio. Desde lo alto del peñasco puedes disfrutar de una vista espectacular, con los buitres volando sobre tu cabeza y el Tajo corriendo abajo. Monfragüe es un paraíso para las aves. Águilas, buitres y cigüeñas anidan en sus escarpes y patrullan constantemente el limpio cielo, ideal para observar el crepúsculo y las noches estrelladas.
9. Cabañeros
Los pastores y carboneros de los Montes de Toledo edificaban una choza con materiales del entorno, como refugio temporal para descansar y guarecerse. De allí viene el nombre de este parque toledano de casi 41.000 hectáreas. Cuenta con varios puntos de atención al visitante, desde donde puedes organizar una visita guiada, que puede ser a pié o en un vehículo todo terreno. Uno de los lugares más frecuentados es La Chorrera, una caída de agua de 18 metros cerca de la población deLos Navalucillos. La planta típica del parque es el brezo rubio, que florea en un bonito color rosado. El parque también es hogar del águila imperial, una especie amenazada.
10. Arribes del Duero
Este inmenso parque natural de más de 100.000 hectáreas bordea la frontera con Portugal a lo largo de las provincias españolas de Salamanca y Zamora, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. En el habla romance leonesa, los arribes son los valles y gargantas producidos por la erosión de los ríos. A lo largo del parque o en sus cercanías hay una gran cantidad de pintorescas poblaciones que ofrecen un interés turístico particular, como Fermoselle, San Felices de los Gallegos y Vilvestre. También puedes visitar zonas arqueológicas y cuevas con pinturas rupestres. En toda la geografía del parque hay distribuidos miradores para admirar la inmensidad del paisaje. También cuentas con museos temáticos alusivos al los principales productos de la comarca (aceite, vino, harina, textiles) y puedes visitar ferias artesanales y vitivinícolas.
11. Ordesa y Monte Perdido
Es un parque nacional aragonés de cerca de 16.000 hectáreas que es Patrimonio de la Humanidad. Es un territorio pirenaico de macizos, valles, glaciares y ríos situados a más de 3.300 metros sobre el nivel del mar. Su cumbre máxima en el Monte Perdido, que con 3.355 m es el pico calcáreo más elevado de Europa. En sus espacios naturales puedes practicar tus entretenimientos de montaña favoritos y sus pueblos de ambiente rústico son ideales para descansar y degustar la deliciosa comida de Aragón. Una de las excursiones más demandadas es la ruta hacia la cascada Cola de Caballo, llamada así porque el agua cae en una pendiente casi vertical, que recuerda una crin de caballo blanco.
12. Garajonay
Este parque nacional y Patrimonio de la Humanidad abarca 4.000 hectáreas en la isla canaria de La Gomera. Su gran tesoro es el principal bosque húmedo europeo de especies de hoja perenne, la laurisilva. Otro atractivo es el Roque de Aguando, un cuello volcánico que es la principal referencia geográfica de la isla.
El nombre del parque proviene de una leyenda amorosa que es una especie de Romeo y Julieta en versión española, protagonizada por Gara y Jonay, una princesa y un príncipe que se suicidaron ante el rechazo de sus padres a su relación. Así que si tú y tu novia andan en plan de tórtolos y no pueden ir a Verona, Garajonay es un magnífico lugar para una escapada bien ambientada.
Si tu plan es más bien de contemplación del paisaje, disfruta observando alguna especie endémica del archipiélago de las Canarias, como la paloma rabiche, el símbolo natural de La Gomera.
13. Islas Atlánticas de Galicia
Este parque se extiende por las islas gallegas de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada. Cíes cuenta con algunos de los ecosistemas marinos más ricos y variados de Galicia. Se vio muy afectada por hundimiento en 2002 del petrolero Prestige, tras lo cual inició una lenta recuperación. Ons está situada en la entrada de la ría de Pontevedra y vive un intenso auge turístico. En su punto más alto hay un faro puesto en servicio en 1865, que es un bello monumento y uno de los de mayor alcance en toda la costa española. En la ciudad de Vigo hay un museo cuyo tema único son las Islas Atlánticas.
14. Sierra de Guadarrama
Es el único ecosistema de alta montaña mediterránea en toda la península Ibérica y el lugar más a mano de los madrileños para practicar cualquier deporte o entretenimiento alpino. Su flora es tan variada que cuenta con cerca de 1.300 especies de 30 tipos de vegetación y su fauna es tan rica que abarca el 45 % de todas las especies animales españolas y casi un 20 % de las europeas. Algunas áreas de gran interés son la montaña de La Maliciosa, el Valle de La Barranca; el risco de El Yelmo, una peña de granito rosado muy frecuentada por los escaladores y el Puerto de Navacerrada, estación de esquí y puerto de montaña. Otros son La Pedriza, una inmensa masa de granito, y el Valle del Lozoya.
15. Parque Nacional del Teide
Este Patrimonio de la Humanidad es el único monumento natural terrestre que fue seleccionado en el concurso nacional que escogió los 12 Tesoros de España. Se extiende por 190 kilómetros cuadrados en la zona más alta de la isla canaria de Tenerife, incluyendo al volcán del Teide, el pico más alto de España (3.718 m) y el faro natural más importante del Océano Atlántico. Es el parque natural más visitado de Europa, recibiendo más de 3 millones de turistas al año.
Dentro de cada uno de estos parques hay infinidad de tesoros por conocer y disfrutar. Esperamos que pronto podamos continuar este placentero viaje por los hermosos parajes de España y del mundo.
